Koji Onaka, Memorias, PUNTO DE FUGA, 2020

«Iku yamakawa koesari yukaba sabishisa no,
hatenamu kuni zo kyou mo tabi yuku.»
“¿Cuántos ríos y montañas debo cruzar para encontrar
un mundo donde la soledad no exista?
Aunque sé que no existe, hoy salgo a buscarlo”.
Wakayama Bokusui, Umi no Koe /Sea Voices,1908
“Ame no umi ni
kumo no name tachi
tsuki no fune
hoshi no hayashi ni
kogikakuru miyu”
«En el mar del cielo,
las nubes se elevan
y el barco de la luna navega
en un bosque de estrellas,
para no ser visto más».
Man’yōshū, Miscellaneous Poems, Book #7, Brill, 2017

Faraway Boat es el último libro del fotógrafo japonés Koji Onaka. En palabras de Luigi Clavareau, «las fotografías de Koji Onaka se caracterizan por una representación más delicada de un objeto inanimado, al tiempo que ocultan el misterio de la indecible incertidumbre contenida en los retratos de los gatos esquivos de otros maestros de la fotografía japonesa como Masahisa Fukase y las fotos de Takuma Nakahira. Su estilo fotográfico muestra claramente el alma respirando en secreto en una ciudad vacía, el brillo desenfrenado de un paisaje que demasiado lejano y la historia de un viaje. A todos esos lugares remotos Koji Onaka lleva sus imágenes en blanco y negro llenas de contrastes que tanto nos hacen pensar en las fotografías de Daido Moriyama sumergido en la búsqueda de los tortuosos deseos de la ciudad. Las fotografías de Koji Onaka muestran rastros de la memoria del perro, el animal que recorre pueblos y caminos. Todo su trabajo tiene un aroma a su memoria. Su vívido y denso blanco y negro y sus más recientes colores emiten la fuerza del que avanza sin parar, como siguiendo un impulso que surge de la inercia de un bote a la deriva”. PUNTO DE FUGA quiso conversar con este fotógrafo a la deriva para conocer más sobre las motivaciones profundas que lo llevaron a visitar los paisajes del Japón rural, buscando siempre estrellarse con el mar en ese y en otros países que visitó. ¿Qué ha cambiado en la fotografía de este japonés desde que hizo su primera gran exposición en la Galería CAMP en 1983 titulada Seitaka Awadachisou no aru machi / Una ciudad con brisa marina cuando solo era un joven muchacho? Estos son algunos de sus pensamientos.

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Entrevista

P.D.F.: Estimado Koji Onaka, la fotografía siempre ha sido parte de tu vida. Desde que eras joven, la fotografía se convirtió para ti en una forma de vida, llevándote a viajar por muchas ciudades y pueblos capturando el cotidiano en las calles, buscando siempre los lugares más remotos para tener esa sensación de distancia, de lejanía. Esa debe ser una actividad solitaria pero muy gratificante. ¿Por qué decidiste viajar y fotografiar en tus primeros años como fotógrafo y qué ha cambiado desde entonces?

K.O.: Ansiaba viajar desde que era niño, así que desde muy temprano empecé a leer muchas guías de viajes y novelas de viajes. Cuando tenía 28 años, fundé mi propia galería privada y comencé a exponer cada mes, así que tuve que tomar muchas fotos para poder conseguir ese propósito. No fue fácil hacer muchos registros en la vida diaria, por eso comencé a viajar. Es algo muy especial el viajar: caminas, miras, comes, bebes y duermes. Todo lo puedes fotografiar mientras vives. Podría estar tomando fotos todo el tiempo durante un viaje porque todo es interesante.

P.D.F.: En muchos de tus libros y exposiciones hay una metáfora o una imagen que te gusta usar, la del barco. Como si cada viaje fuera similar a la travesía de un marinero que se adentra en territorios desconocidos, navegando en aguas que cambian constantemente con el tiempo. En 2003 publicaste un libro llamado Slow Boat con el editor Sokyu-Sha. Desde entonces, este título ha tenido una segunda edición con Schaden y una tercera con Imageless. ¿Es esta una forma de conectar siempre tus recuerdos con las imágenes que has estado tomando desde entonces? ¿Es la deriva y perderse en días de viaje una parte esencial para tu actividad como fotógrafo? Por otro lado ¿son estos libros diferentes en su diseño y contenido o son reediciones idénticas?

K.O.: Espero que este libro en sus múltiples ediciones viaje durante mucho tiempo como un bote lento y le llegue a mucha gente. Todas las ediciones tienen el mismo diseño y las mismas imágenes. Usé los mismos datos de impresión y todo se hizo en una misma fábrica de impresión para los dos primeros libros. El tercero fue publicado por un editor chino. Son personas más jóvenes así que decidí pedirles que hicieran un nuevo libro, cambiando el tamaño y el diseño. Los editores hicieron una nueva portada, pero eligieron mantener el mismo tamaño. Les envié las mismas impresiones originales para hacer el libro.

P.D.F.: Has publicado casi veinte libros y en todos ellos existe la sensación de que tu búsqueda es interminable. Un libro particularmente interesante es Twin Boat publicado por Session Press en 2013. ¿Hay alguna diferencia fundamental en la edición de esta serie en comparación con los otros libros anteriores que habías estado haciendo? Parece que el blanco y negro es un poco más «caliente» en la impresión, pero las imágenes también están mucho más cargadas en los tonos negro y gris. Sin embargo, el mar sigue estando presente. Parece como si, durante tus viajes el mar se hubiera convertido en una frontera o un lugar de destino al que siempre vas una y otra vez.  ¿Es este un viaje nostálgico a los lugares rurales que están cerca del mar? ¿Cuál es la particularidad de ese lugar específico que visitaste para esta serie?

K.O.: Tengo más libros editados de los que parece. Si incluyes los libros pequeños, son más de treinta en total. Twin Boat fue editado por Miwa Susuda, que trabaja en la librería Dashwood en Nueva York. Le pedí que por favor editara ese trabajo. Este es un caso muy raro, ya que casi todos mis libros han sido editados por mí mismo. Ella dijo que quedó muy conmovida al ver mis fotos por primera vez.  Fue una experiencia muy interesante para mí. Como resultado, eligió muchas fotos de Hokkaido y de Okinawa. También fue interesante porque los paisajes que eligió están situados muy lejos de Tokio. Creo que tal vez ella no lo sabía.

Este libro fue publicado en la editorial de Nueva York, pero impreso en Tokio porque quise estar cerca para verificar las pruebas de impresión. Consulté qué tipo de impresión es mejor con la imprenta y ese fue el tono que decid usar.

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P.D.F.: En 2019, se publicó Faraway Boat. Se realizó una exposición en White Press Verlag en Colgne, Alemania, con el mismo título, ignoro si se trata de la misma serie de imágenes que tenía en el libro. ¿Cómo trabajó en la edición y selección de imágenes para este libro? ¿Se hizo esto como una actividad solitaria?

K.O.: Primero envié todas las imágenes del barco lejano a White press y a la galería in)(between para que eligieran algunas  de ellas. Anoté sus elecciones y luego hice impresiones de gran tamaño para algunas exposiciones.

P.D.F.: ¿Cómo describirías tus viajes hoy en día? ¿Has cambiado tu forma de percibir la fotografía y preguntarte o siempre vuelves a los viejos recuerdos de la vida rural? ¿Cuál fue tu experiencia en los lugares que visitaste para este proyecto? ¿Conoces bien a las personas y los lugares que visitas o estás permanentemente en movimiento, no te apegas a nada ni a nadie en particular?

K.O.: Siempre quiero ir a una ciudad en la que nunca he estado. Estoy interesado en eso, ¿a qué reacciono? Estoy muy feliz cuando disparo algo que nunca antes había disparado, pero no es fácil encontrar algo nuevo. Cuando pienso que ya he retratado un paisaje o una situación en particular que no logro encontrar durante el viaje, vuelvo a revisar muchas hojas de contacto viejas para poder encontrar algunas cosas que había pasado por alto.

P.D.F.: ¿Es la fotografía una actividad de lo solitaria? ¿Qué es importante para ti de capturar en esas imágenes que haces?

K.O.: No creo que la fotografía sea una actividad solitaria. Puedo conectarme con muchas personas en el mundo con mis fotografías. Creo que es importante ver mis obras objetivamente. Espero que cada persona sienta cada impresión o historia diferente al ver una foto. Todos tenemos experiencias y conocimientos diferentes.

P.D.F.: La historia de la fotografía en el Japón moderno está llena de imágenes extremadamente buenas. Solo tenemos que recordar los paisajes en ruinas después de la bomba nuclear de Hiroshima retratados por Miyako Ishiuchi o las imágenes concebidas como material para el pensamiento (Provocative Materials for Thought) de la era de la Revista Provoke después de la guerra con fotógrafos como Daido Moriyama, Yutaka Takanashi, Takahiko Okada y Takma Nakahira y escritores como el crítico de arte Koji Taki y el poeta Takahiko Okada. Las series y las ediciones de Toshi-e, For a Language to Come y Farewell Photography son míticas. Son verdaderas obras de arte, abrumadoras, llenas de imágenes desgarradoras. Las palabras sabias y lúcidas de los fotógrafos de esa época anunciaban el nacimiento de un lenguaje diferente que irrumpía en la fotografía con muchísimo ímpetu, como sucede con toda revolución. Esa nueva generación buscaba liberarse de los viejos códigos para crear otra forma, más libre de comprender y tomar fotografías –está claro que esto también exigía una actitud distinta ante la vida-. Ciertamente es un periodo en el que se dio un cambio radical en la forma como esos fotografoa japoneses percibían el mundo y vivían en él. Para llegar eso era necesario: “Primero abandonar el mundo de la pseudo-certeza”. ¿Cuáles han sido tus influencias más importantes en la fotografía japonesa desde entonces?

K.O.: Leí muchas revistas o ensayos sobre Provoke cuando era estudiante de la universidad de fotografía. Fue muy difícil para mí. Llegué a no poder tomar una foto. Lucharon tan duro y buscaron una respuesta verdadera, pero tuvieron muchas cicatrices profundas en ese proceso. También tuvieron que guardar mucho tiempo el silencio. Creo que el fotógrafo no necesita dar respuesta a esas grandes cuestiones de la vida, solo necesita preguntarse por la fotografía y con ello hablarle al mundo, comunicarle algo de lo que ve.

P.D.F.: Durante esos años de convulsiones y cambios en el mundo de las artes, incluyendo performance, teatro, cine experimental y fotografía, los colaboradores de la revista provoke escribieron un manifiesto claro que decía lo siguiente:

“Hoy, cuando las palabras han perdido su base material, en otras palabras, su realidad, y parecen suspendidas en el aire, el ojo de un fotógrafo puede capturar fragmentos de realidad que no se pueden expresar en el lenguaje tal como es. Puede enviar esas imágenes como un documento para ser considerado junto con el lenguaje y la ideología. Por eso, por descarado que parezca, provocar tiene el subtítulo «documentos provocativos para el pensamiento».
Manifiesto del Grupo Provocar por Kohi Taki, Takuma Nakahira, Takahiko Okada, Yutaka Takanashi y Daido Moriyama

Tu fotografía parece menos marcada por la necesidad de hacer declaraciones que por la necesidad de capturar imágenes en el flujo de la vida, registrando el cotidiano, el diario vivir mientras viajas en busca de paisajes distantes. ¿Esta visión de la fotografía proviene de otra fuente?

K.O.: En 1968, el escenario principal de la fotografía eran las revistas. Había tantas palabras allí que los fotógrafos que mencionas tuvieron que luchar en un mismo ring. En ese momento, no había galerías comerciales ni museos para fotógrafos en Japón. Es por eso que surgió la revista Provoke. Sé que muchos fotógrafos están luchando con las palabras de Provoke también ahora. Pero creo que es un peligro. No disfrutarán de la fotografía. La palabra, puede matar a la fotografía. Pienso que la fotografía puede y debe mantenerse a distancia de la palabra.

Muchas veces hablé con Moriyama-san o Nakahira-san en su habitación o en mi galería, pero nunca me hablaron de Provoke. Disfrutamos hablando sobre temas diarios baratos y bebiendo mientras oíamos viejas canciones populares. Fueron momentos muy importantes para mí. En ese tiempo estudié lo que era un fotógrafo, me siento así. No me gusta escribir una descripción o una declaración precisa sobre mi trabajo porque quiero que cada persona sienta cada impresión.

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PDF: Hay otra fotografía muy ecléctica de fotógrafos japoneses tan importante como la que mencionábamos antes. A pesar de su diversidad está representada por personas como Issei Suda, Naosuke Yamaichi, Tomoyuki Oka, Masatoshi Naito, Lieko Shiga y Masaru Tatsuki. Muchos de ellos buscan retratar el «teatro de lo cotidiano» y capturar la esencia de los paisajes sin olvidar las tradiciones que aún prevalecen en los pueblos rurales de Japón. Es difícil decir que todos pertenecen a un mismo conjunto fotográfico, pero ¿qué opinas de esta otra fotografía que también busca capturar las expresiones culturales de esas personas y esos lugares?

K.O.: He visto algunos de sus trabajos, pero no todos. Son fotógrafos muy serios y sus obras son muy importantes e interesantes. La fotografía no puede escapar del tiempo y el lugar. Parece que mi nuevo libro Faraway Boat tiene imágenes de muchos lugares y épocas, pero es solo un registro hecho durante diez y siete años y solo en Japón. Cien años después, la gente disfrutará del lejano oriente tal y como era hace cien años, con ojos de curiosidad. Esta curiosidad no tiene nada que ver con mi intención actual ni con la razón por la cual hago estas fotos. También sus trabajos van a generar este efecto. Creo que el trabajo de cualquier fotógrafo será solo la memoria del pasado después de un siglo de haber sido tomadas. Es un destino muy feliz para la fotografía.

P.D.F.: Parece que en su caso hay un enfoque más íntimo y más introspectivo de la fotografía. Uno que vería principalmente la fotografía como una captura particular de una memoria perdida reflejada en lugares remotos. ¿Qué piensas sobre esto?

K.O.: Soy un viajero del tiempo y tú también. Disfruto el paso del tiempo.

P.D.F.: KAIDO es un proyecto muy interesante, tanto de galería como de editorial. Has estado apoyando activamente a otros fotógrafos de Japón. ¿Quiénes son y hay alguna fotografía que resuene con lo que has estado haciendo? Quiero decir, ¿hay fotógrafos en Japón a los que te sientas particularmente apegado hoy en día en estilo o en mente, en la forma en que concibes la fotografía?

K.O.: Kaido representa a diez fotógrafos. Casi todos los miembros son exalumnos de mi taller y buenos amigos. Disfrutamos nuestra vida con la fotografía. Chieko Shiraishi, es una fotógrafa independiente que vive en Tokio. Su mundo parece un sueño nostálgico. Tiene unos ojos divertidos y técnicas especiales para el cuarto oscuro.

Puedes ver algunos de sus libros aquí:
https://www.shashasha.co/en/artist/chieko-shiraishi

Y algunas imágenes de su portafolio aquí:
https://www.picuki.com/profile/chieko.shiraishi

P.D.F.: No hay duda para ti, el libro es un objeto importante. Tienes una prolífica producción editorial. ¿Por qué es tan importante el libro? ¿Qué permite hacer con ese creciente archivo tuyo?

K.O.: Porque el libro puede moverse con el tiempo y en la distancia. Estoy viviendo en Japón, por eso no hay tantas posibilidades para mí de exponer en otro país. Hay pocos coleccionistas de impresiones fotográficas en Japón, pero hay muchos coleccionistas de libros de fotos. Con el tiempo he ido aprendiendo mucho de este formato. Ahora puedo entender lo que quiero hacer haciendo un libro. Tal vez, tengo una enfermedad grave porque siempre que sale un libro ya quiero hacer el próximo…

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P.D.F.: Si tuviera que mencionar de 5 a 10 libros de fotos japoneses importantes para usted, ¿cuáles serían?

K.O:

Daido Moriyama, Tales of Tono, Asahi Sonorama, 1976
https://8co119.co/shop/photography/daido-moriyama-tales-tono-signed/

Takuma Nakahira, For a Language to Come, Fudosha, 1970
https://www.phillips.com/detail/TAKUMA-NAKAHIRA/UK000208/197

Nobuyoshi Araki, Sentimental Journey /Winter Journey, Shinchosha Company, 1991
https://donlonbooks.com/products/sentimental-journey-winter-journey-by-nobuyoshi-araki

Masahisa Fukase, Memories of my Father, Inter Press Corporation, 1991
http://masahisafukase.com/memories-of-father-1991/

Kazuo Kitai, To The Village, Tankosha, 1980
https://www.shashasha.co/en/book/to-the-villages-1

Shigeichi Nagano, Distant Gaze, A strange perspective in Tokyo, Inter Press Corporation, 1989
https://www.iberlibro.com/servlet/BookDetailsPL?bi=30305855028&searchurl=an%3DNagano%252C%2BShigeichi%26sortby%3D20

 Miyako Ishiuchi, Yokosuka Story, Shashin Tsushin Sha, 1979
https://placartphoto.com/book/460/yokosuka_story-miyako_ishiuchi

Texto

Ciudad Portuaria (Minato)

Esta ciudad portuaria es curiosa.
Respetables amas de casa y muchachas van a la posada, y durante todo el tiempo de permanencia de un huésped, alguna de ellas pasará toda la noche con él. Desde que se levante, en el almuerzo y las caminatas, ella estará a su lado. parecerán una pareja en su luna de miel.
Sin embargo, cuando él le diga que quiere llevarla a una posada de aguas termales, la mujer ladeará la cabeza pensativa. Y si le propone alquilar una casa en la ciudad, ella, si es joven, le dirá casi feliz:
– Seré tu mujer. Pero si no es por mucho tiempo; a lo sumo, durante un año o seis meses.

Esa mañana, el hombre se apresuraba a recoger sus cosas para partir en un barco. La mujer, mientras lo ayudaba, dijo:
– ¿Escribiriás una carta por mí?
– ¿Ahora?
– Ya no soy tu mujer, así que no importa. Durante todo el tiempo que has permanecido aquí, he estado a tu lado, ¿no es así? No he hecho nada malo. Pero hora ya no soy tu mujer.
– ¿De veras es así?
Escribió la carta a un hombre por ella. Era, obviamente, un hombre que, como él, había pasado medio mes con la mujer en la posada.
– ¿Me enviarás una carta también a mí, una mañana en que algún otro embarque, cuando ya no seas su mujer?

Yasunari Kawabata, Historias de la palma de la mano, Seix Barral, 2018

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Web.
https://www.onakakoji.com

Biografía

Koji Onaka es un fotógrafo japonés nacido en Fukuoka en 1960. Se graduó de The Tokyo Photograph College (ahora conocido como The Tokyo Visual Arts) en 1982. Un año después de graduarse, cuando tenía veintitantos años, Koji Onaka hizo su primera exposición en la Galería CAMP fundada por Daido Moriyama.

En 1988 y hasta 1992 abrió su propia galería y editorial KAIDO en Tokio. Durante ese tiempo, realizó una serie de exposiciones sin título «Seitaka-awadachiso» que se llevaron a cabo 32 veces durante un período de 4 años. Después del final de ese período, decidió publicar su primer libro de fotos. Desde entonces, ha estado viajando a la vista rural en Japón y otros países extranjeros. En cada lugar que visita Koji Onaka, busca constantemente rastros de sus recuerdos jóvenes. Expuso en la Galería de fotógrafos de Tokio antes de reabrir su propio proyecto en 2007 mostrando el trabajo de otros fotógrafos japoneses como Aya Okabe, Takuya Suzuki, Mai Nakama, entre otros.

Desde 1991, Koji Onaka ha publicado casi veinte libros de su propia serie de fotografías. Algunos de ellos son: Seitaka Awadachi-sou (1991), Slow Boat (2003) y The Dog In France (2008) publicado por Sokyu-sha. Publicó un libro con Mole titulado Distance (1996). Otros dos editores importantes con los que trabajamos en muchas ediciones fueron Tosei-Sha con Grasshopper (2006) y Dragonfly (2007), Super Labo con dos libros Umimachi (2011) y Matatabi (2012) y publicó con la Biblioteca Matatabi sus meas recientes ediciones, incluyendo: Twin Boat (2013) y Extra Hard (2014). Muchas otras publicaciones se han  publicado bajo el nombre de KAIDO BOOKS. Entre ellas están Nogata (2015), Outtakes (2016) y Memories of younger days in Shinjuku (2018). Esta entrevista se realizó para discutir su último libro auto-editado llamado Faraway Boat (2019) lanzado en la Biblioteca de libros Dashwood.

Libros
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