Michael Ashkin, Were It Not For, FW: Books, 2019

“In the desert, the traces of human presence are visible on the ground for a long time. Alongside the remains of earlier inhabitants are other, more recent legacies –– accidental landscapes of exhausted ground, tracked and paved over, sown with garbage, shattered and heaped up. Created by obscure acts of violence, places such as these seem to exist below the horizon of sense, their dialect both familiar and unreadable”.
Eugénie Shinkle, Were it not for, 1000 Words Magazine, 2019
“En el desierto, las huellas de la presencia humana dejan sus rastros visibles en el suelo por mucho tiempo. Junto a los restos de los primeros habitantes hay legados más recientes: paisajes accidentados de tierra agotada, rastreados y pavimentados, sembrados con basura, destrozados y amontonados. Creados por oscuros actos de violencia, estos lugares parecen existir debajo del horizonte de los sentidos, manteniendo su dialecto a la vez familiar e indescifrable”.
Eugénie Shinkle, Si no fuera por, 1000 Words Magazine, 2019

Michael Ashkin es el autor del libro Were it Not For, un registro fotográfico de paisajes fragmentados a lo largo del oeste americano, ese lugar en donde la modernidad parece haber dejado ciudades, zonas rurales y desiertos abandonados a la inclemencia del paso del tiempo.  Las 218 fotografías del desierto de Mojave. revelan territorios violentados por el hombre bajo la mirada inclemente de la cámara. Publicado por FW:Books, el libro combina un texto de 670 líneas escritas bajo la forma de un poema que empieza siempre con la misma expresión: “Si no fuera por”…con estas imágenes de un mundo moderno que no pudo ser, creando poderosa sensación de inquietud, en donde la relación entre la imagen y el texto recrean con cinismo nuestra imperfecta relación con el mundo que nos rodea. Todas las imágenes están editadas en el mismo tamaño y su composición se integra a ese largo poema crítico. Las imágenes y el texto van entrelazándose de forma compleja mostrando el legado violento contenido en el paisaje. Phoenix, Las Vegas, el lago Mead, el valle de los muertos, el valle imperial Valley, el lago Havasu, el mar Salton, la zona de Palm Springs, la Base de la Fuerza Aérea Edwards, parecen una extensión devastadora de los alrededores de la ciudad de California, los suburbios de San Diego y ese territorio árido que separa a Estados Unidos de México. Tierras de nadie que contienen cada vez más todos esos destrozos provocados por la acción devastadora del hombre en su afán por habitar esos territorios áridos, sofocantes y muchas veces inhóspitos. PUNTO DE FUGA quiso conversar con Michael Ashkin para conocer más a fondo el sentido de sus imágenes y hablar un poco de sus influencias.

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Entrevista

P.D.F.: Michael, no hay duda de que eres el hijo de la revolución de The New Topographics. No digo esto con el ánimo de comparar la calidad de las fotografías que fueron expuestas en el Museo Internacional de Fotografía y Cine de la George Eastman House (GEH) en 1975. Ese sin duda fue un momento histórico en el que la fotografía entraba al museo reflejando las inquietudes de los fotógrafos hacia esos paisajes alterados por el hombre. El imaginario que hoy tenemos del oeste americano contemporáneo estuvo muy influenciado por esas generaciones representadas por: Joe Deal, Robert Adams, Lewis Baltz, Frank Gohlke, Nicholas Nixon, Stephen Shore, John Schott y Henry Wessel, Jr. Los paisajes cargados de violencia por la presencia humana y su fría alteración de la topografía hacen parte de nuestra memoria visual y miramos hacia atrás preguntándonos: ¿qué ha cambiado en ese paisaje en particular desde entonces? ¿Hay alguna diferencia fundamental entre lo que tú muestras y lo que registraron esos fotógrafos?

M.A.: Tienes razón al mencionar este movimiento. Muy pocas personas no harían la conexión entre mi obra y la de los fotógrafos de The New Topographics. Ciertamente fueron una influencia para mí, especialmente en el tipo de paisaje que les interesaba retratar. También hay muchas otras influencias, y algunas de ellas, imagino, han sido más importantes. No obstante, las imágenes en » Were it Not For» se extraen del mismo paisaje. Me preguntas si algo ha cambiado… Diría que lo que ha cambiado tiene que ver con la continuación y la aceleración de las fuerzas que han estado en juego allí todo el tiempo, hasta el punto de que, ahora, realmente no hay un «afuera». Lo que estamos viendo ya no es un fenómeno emergente No quiero hablar de la comprensión que cada uno de esos fotógrafos tuvo de ese fenómeno violento sobre el paisaje peri-urbano, pero desde mi perspectiva, cada centímetro cuadrado de tierra tiene la impronta ya histórica de los flujos de valor y de violencia vinculados al capital. Esta totalidad ahora plantea la pregunta: ¿cuáles son las alternativas a este modelo económico y de vida?

PDF: Es interesante ver cómo fuiste fotografiando este vasto territorio del desierto de Mojave sin ocultar la complejidad de su topografía y de sus formas de vida. Esa una zona que abarca una amplia gama de lugares: de Phoenix, hasta los suburbios de San Diego, sin olvidar la frontera entre Estados Unidos y México. Todos esos territorios se presentan en tus fotografías bajo la imagen de una realidad muy compleja. El paisaje alterado es el de un sitio de construcción permanente, como si estuviéramos frente al fin de una utopía, de un mito o al menos del ideal de una tierra prometida que fue el que alimentó la colonización de esas tierras en el siglo XIX. Cuando miras más allá de esa complejidad, aparece un elemento común a todas tus imágenes: la atmósfera árida y las sobras de un sueño polvoriento de la modernidad se vuelven una sola cosa. ¿Cuál es la impresión que tuviste al recorrer ese desierto y por qué decidiste fotografiarlo utilizando la estética en blanco y negro y el formato vertical?

M.A.: Mi impresión es que los lineamientos exactos de la complejidad que mencionas están ocultos para siempre, pero hay rastros de ese paisaje que se muestran inevitablemente, apuntando hacia atrás y hacia adelante en el tiempo. Muchos de estos rastros son visibles en el suelo mismo, de ahí mi costumbre de entrenar la lente hacia abajo en muchas imágenes. Todo esto habla de la historia de un territorio.

Prefiero  la fotografía en blanco y negro por la forma en que democratiza los objetos. En nuestro mundo, el color se utiliza como una forma de llamar la atención sobre las cosas con fines instrumentales (la publicidad y las advertencias visuales son las más obvias). El color se puede utilizar para crear una sensación de espacio completamente artificial. Personalmente estoy tratando de ver el paisaje más allá de esos propósitos espaciales, y encuentro que la fotografía en blanco y negro permite que los objetos de menor valor inmediato se vean más fácilmente. Aquí es donde entran en juego las elecciones formales: cómo llamar la atención sobre los objetos y las relaciones que habitualmente pasamos por alto.

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PDF: Como dijo Eugénie Shinkle: «Estos son los paisajes de un destino manifiesto, cada vez más extensos, construidos sobre la base de éxitos monumentales y fracasos igualmente épicos. Son las encarnaciones potentes del sentido de lo que posiblemente significa ser estadounidense”. Tú sin embargo has fotografiado estos territorios como algo más universal y crítico. Estos paisajes son en tus propias palabras “las expresiones ansiosas de una sociedad en la que la violencia se realiza regularmente en los momentos y lugares más mundanos de acuerdo con reglas e intersecciones de fuerzas que no siempre son aparentes”. ¿Cuáles son esas fuerzas e intersecciones que crean una forma de violencia sobre el paisaje? ¿Son heridas, fracturas y evidencias de múltiples formas de explotación económica de esos territorios por parte de los humanos o son más bien resultados de tensiones e interacciones más complejas entre las fuerzas naturales y las fuerzas humanas?

M.A.: Siempre daría prioridad (aunque no exclusividad) a las elecciones hechas por los humanos, de la misma manera que hay muy pocos desastres verdaderamente naturales que en este punto de nuestra vida no hayan sido afectados o provocados por las elecciones humanas. Ciertamente, nuestra arquitectura y herramientas más básicas para construir una sociedad moderna buscaban la superación de los desafíos naturales. Pero después de esas consideraciones inmediatas, y en una sociedad compleja, las elecciones que tomamos están mucho menos basadas en desafíos naturales que en el mantenimiento del poder dentro de una sociedad determinada. Por ejemplo, siempre he pensado que la entropía en el entorno construido tiene menos que ver con la naturaleza que con la política. Entonces, para responder a tu pregunta sobre cuáles son estas fuerzas, podemos mencionar los bienes raíces, la especulación, las finanzas, el dominio eminente, la extensión de la propiedad privada, pero también la división de clases, la acumulación primitiva, la privatización y la explotación sistemática, la paranoia manufacturada, el racismo, el imperialismo, el patriotismo. y el militarismo. Honestamente, esta es una condición global, y no me refiero a que este libro sea exclusivamente sobre California. Es solo que California ofrece un entorno muy conveniente para observar los efectos visibles de la ideología.

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P.D.F.: Hay un aspecto muy interesante de tu trabajo que no hemos mencionado: el texto. Un poema que comienza repetidamente con la misma expresión que traduciría por «Si no fuera por» … Frase que también usaste para el título. Este texto que estamos reproduciendo al final de la entrevista agrega mucho humor y cinismo a las fotografías, ya que crea una distorsión muy interesante entre lo que escuchamos y lo que vemos. En mi opinión, solo hay ciertas imágenes en las que el texto cumple con el contenido y es el momento en que el humor sale como evidencia para crear mayor conciencia hacia lo que vemos reflejado en tus fotografías. ¿Qué significa esta «expresión» y cómo decidiste integrala en el libro? ¿Es esto algo discutido con el diseñador Hans Gremmen y el editor FW: Books?

M.A.: Sí, el texto aquí proporciona la segunda mitad de la descripción de mi mundo. Las fotografías representan un paisaje físico descrito en sus detalles y el texto representa una ideología descrita en sus detalles. El texto, para mí, refleja en forma agregada el lenguaje cotidiano de un mundo. Este mundo tiene sus límites. Me gusta imaginar que cada línea de texto podría estar acechando detrás de cada foto, incluso si esto no es visible de manera explícita. Como notaste, a veces esa conexión es obvia, a veces no, a veces es astutamente humorística, a veces grotescamente obvia. De hecho, el emparejamiento de cualquier línea de texto con cualquier imagen es completamente fortuito. Antes de editar el texto tenía un orden establecido y también las imágenes lo tenían. Hans Gremmen configuró los emparejamientos simplemente dejando que la primera línea después del salto de página se convierta en la primera línea que coincida con una imagen. Mientras editaba, ¡cambió el tamaño de fuente y todos los pares cambiaron! Fue un poco impactante para mí cuando sucedió, pero tenía razón cuando insistió en que el emparejamiento debería ser accidental.

P.D.F.: ¿Cómo fue el proceso de edición del libro? ¿Decidiste que todas las imágenes tendrían el mismo tamaño desde el principio? ¿Por qué elegiste ese diseño?

M.A.: Hans propuso el diseño. Nunca me opuse a sus sugerencias porque tenía sentido con el trabajo. Creo que la naturaleza repetitiva e implacable de las imágenes es importante. Podrías llamarlo un mal infinito.

P.D.F.: Es cierto, se lo preguntaré. Mientras tanto, volvamos a la composición del texto y la imagen. ¿Cómo se dio en detalle el proceso de correspondencia texto imagen?

M.A.: El texto y las imágenes fueron completamente independientes desde el inicio. Fue solo más tarde que vi una correspondencia productiva entre los dos. Pero hubo varios pasos intermedios que quizás valga la pena mencionar. El texto fue escrito principalmente en 2009-2010. En 2010 se realizó como parte de una exposición en Aarhus, Dinamarca, que intentó revitalizar el espíritu de la Internacional Situacionista.

Durante mucho tiempo he estado interesado en ese movimiento, y después de la invitación a Aarhus, comencé a considerar el texto como una pieza situacionista de los últimos días, es decir, como una crítica de la vida cotidiana y del lenguaje que refleja el orden social de forma más amplia.

Durante mucho tiempo pensé que mi fotografía estaba influenciada por los situacionistas porque surgió de una práctica de caminar similar a la derivada situacionista que responde a las influencias psicogeográficas. Y así, se me ocurrió juntar las dos piezas como una forma de iluminar aún más el paisaje cotidiano a través de una representación del lenguaje cotidiano. Francamente, considero que mi interés en los situacionistas (y también en los primeros surrealistas) es igualmente importante para cualquier fotógrafo.

P.D.F.: Cuéntanos más sobre la secuencia de las fotografías y el papel del editor en el formato y contenido de este proyecto. ¿Escuché que las imágenes están clasificadas por orden cronológico? ¿Es esta una forma de hacernos seguir tus pasos por ese territorio? ¿Podría por casualidad rendir un homenaje más discreto a Ed Ruscha y Robert Frank?

M.A.: Sí, la secuencia es cronológica y se organiza en dos lotes. El primer lote va hasta aproximadamente el punto medio del libro y luego el segundo lote comienza de ceros. Entonces, hay una especie de repetición del viaje, con imágenes que se alternan o se repiten dentro del conjunto. Ed Ruscha y Robert Frank tuvieron una gran influencia en mí (ciertamente antes que Adams y Baltz), y me imagino que había algo de canalización en este trabajo. Habría que preguntarle Hans qué piensa de esto.

P.D.F.: En la mayoría de las imágenes, la composición cuidadosa nos da la impresión de que no hay lugar en ese desierto donde los humanos no dejen su rastro. Vemos algunas palmeras y arbustos aquí y allá, como la única vida vegetal que comparte espacio con las construcciones y carreteras polvorientas y áridas. A pesar de la belleza de esas fotografías en blanco y negro, tan perfectamente compuestas, el lugar que llamamos hogar parece bastante inhóspito, como si se estuviera resquebrajando o como si revelara una modernidad fallida, no llevada a su total perfeccionamiento. Esto se acentúa por el hecho de que no hay un solo retrato en todo el libro.

Viendo tus imágenes uno no sólo podría decir que no existe ya un mito del oeste americano al que podamos aferrarnos, sino que además parece que esta tierra siempre fuera imperfecta, inacabada, captiva de un presente sin pasado ni futuro. ¿Tú como fotógrafo aceptas –con ironía y con desilusión- el hecho de que ningún «documento» es capaz de sacar esa tierra de su propia condición violenta? ¿Es esta una forma de mostrar que la fotografía documental también ha llegado a un punto sin retorno? ¿Has tocado los límites de este lenguaje fotográfico?

M.A.: Creo que hay un pasado y un futuro, pero que todo milita en contra de nuestro paso fuera del paisaje onírico actual. El pasado determina nuestro presente y nuestro futuro y es nuestra responsabilidad entender qué lo rige y qué sentido tiene. Creo que las construcciones dominantes de la historia son severamente defectuosas y no explican mucho más allá de lo que imponen el status quo o las variantes menores de ese pensamiento. Una verdadera narración de la historia debería darles un espacio a todos los detalles de la vida, considerados demasiado poco importantes como para verlos. Una verdadera narración de la historia requeriría un nuevo lenguaje de descripción más allá de las ideas ilustradas de categoría científica de causa y efecto.

Es muy probable que la historia no quiera incluir esas conexiones complejas y trascendentes que nuestros tiempos instrumentalizados consideran como algo demasiado míticos o animista. No creo que la fotografía, tan indexable como es, haya alcanzado sus límites. Creo que la fotografía aún permite el acceso a todo tipo de conexiones y realidades que no entendemos activamente. El fenómeno que llamamos punctum está, creo, mucho más presente en las fotografías de lo que creemos. Las diferentes condiciones o yuxtaposiciones de visualización pueden permitir que el punctum emerja más fácilmente. Es aquí donde la fotografía retiene la presencia de lo que Walter Benjamin llamó un optimismo débil frente a una realidad que aparentemente fomenta el pesimismo abrumador.

PDF: Sin embargo, es muy difícil llegar a definir lo que ese punctum es y de qué forma influye en nuestra mirada del mundo. Quizás sea importante resaltar que hay una forma de conmoción y desconcierto que provocan ciertas imágenes que escapa a la comprensión racional o científica de las cosas. Te preguntaba esto del límite de la fotografía documental como lenguaje por lo siguiente: cuando Jenkins escribió el ensayo para New Topographics, fue un poco más lejos a la forma como esas fotografías de la época transformaron nuestra visión de lo que es una imagen documental. Las imágenes de esos fotógrafos de los 70’s permitieron ir más allá de lo que Nathan Lyons llamó el paisaje social en 1966 con la exposición Towards a social landscape de la George Eastman House y aún más allá de lo que John Szarkowski llamó los nuevos documentos o New Documents en la exposición de 1967 que se hizo en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.

Para Jenkins, esas imágenes de la década de 1970 fueron tan objetivas y cercanas a la realidad como lo fueron los fotógrafos en su intento por retratar lo que vieron tal y como lo vieron, buscando no distorsionar su visión por la presencia de laguna emoción diferente a esa discreta indignación producida por la realidad de las imágenes mismas y la forma en que fueron «compuestas». Lo que no se ha discutido sobre la fotografía documental de hoy y de ese entonces es la contradicción que ese tipo de imágenes tienen en su esencia.

En tus fotografías, por ejemplo, el agotamiento del paisaje está dado por la cantidad de imágenes introducidas en el libro, que aparecen una y otra vez bajo el mismo formato como reflejos de una dura realidad, sin mencionar la presencia del alto contraste de negros, blancos y grises en todas ellas. Sin embargo, también una belleza en la calidad descriptiva de las imágenes y su capacidad para registrar ese paisaje de forma “harmoniosa” así sea un paisaje violentado por el hombre.  La calidad de las fotografías nos permite descubrir constantemente cosas nuevas en el frente, el medio y el reverso de cada fotografía y entre más las observamos más aprendemos a ver. ¿En tu opinión esas fotografías van más allá de lo documental? ¿Se abastecen únicamente de la realidad que quieren mostrar? ¿O existe la posibilidad de que rompan con ese objetivo a través de su calidad estética?

M.A.: En primer lugar, no creo en un «documento objetivo» cuando se trata de fotografía. Cada fotógrafo que persigue la «verdad» está haciendo elecciones que cree que reflejan condiciones objetivas, y estas elecciones se basan en una cierta base de conocimiento. Si el fotógrafo denigra las consideraciones estéticas, la fotografía sigue teniendo un sentido. No pretendo ser objetivo en el nivel de la fotografía. Tomo decisiones compositivas y tonales que son estéticas y que creo que respaldan un argumento. Es a nivel del argumento que intento apuntar hacia una forma de objetividad. Y este mayor nivel de objetividad no puede depender solo de la evidencia fotográfica sino de su conexión con una comprensión de la historia. Creo que la imagen siempre depende del lenguaje. Ya sea que leamos ese lenguaje asociándolo a la imagen o que reconozcamos nosotros mismos algo en las imágenes en función de nuestra visión del mundo, siempre es un elemento que aporta algo en la comprensión de la fotografía.

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PDF: Tal vez la presencia de esos pequeños versos en la parte inferior de cada imagen integrada como parte del largo poema que cubre las primeras y últimas páginas del libro es otra forma cínica de decir: hay muchas cosas que nos gustaría que no existieran O a suceder. O una forma de decir: ¿qué sería del mundo sin todos estos errores de juicio y comportamiento?

M.A.: Sí, excepto que cínico puede implicar varias cosas, así que tal vez preferiría decir una forma triste de decir, el mundo está patas arriba.

P.D.F.: Hablabas del situacionismo como influencia en tu escritura y en tu relación a la fotografía ¿Escribiste este poema como manifiesto político entonces? ¿Nos estás mostrando el depredador inconsciente que tenemos dentro y la forma en que hemos devastado todo lo que podría convertirse en nuestra fuente de vida o cuál es la intención de haber asociado este texto con estas imágenes concretamente?

M.A.: Se siente como un manifiesto. Siempre me ha interesado la forma del manifiesto, y la repetición anafórica se presta a eso.

P.D.F.: ¿Hay algún joven fotógrafo, escritor o cineasta que según tú esté renovando esa conexión con el despertar de la conciencia ecológica propia de los años 1960 o 1970 en el mundo del arte? ¿O fotógrafos como tu están hablando de otros lugares y otras formas de acercarse a la naturaleza?

M.A.: No me considero alguien enfocado en la naturaleza o en la ecología, aunque gran parte de mi trabajo plantea algunas cuestiones propias a esos pensamientos. Creo que nuestra relación con nosotros mismos como seres sociales y con la naturaleza van de la mano. El enfoque varía entre cada fotógrafo ellos de manera casi imperceptible. Podría señalar muchos trabajos que me interesan, pero permíteme mencionar uno, la película El Mar La Mar producida y dirigida por J.P. Sniadecki y Joshua Bonnetta. Se filmó en el desierto de Sonora, a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México, no muy lejos de donde trabajaba. Es una película críptica llena de entrevistas incorpóreas y paisajes sonoros enfocados sobre largas tomas de paisajes poéticos. Es una pieza transformadora.

Joshua Bonnetta & J.P. Sniadecki, El Mar La Mar, 2017
https://vimeo.com/193791369

Texto:

si no fuera por la extensión infinita
si no fuera por la distancia entre el aquí y el allá
si no fuera por los horizontes cerrados
si no fuera por la frontera sin marcar
si no fuera por la ausencia de un mapa
si no fuera por la noche que se aproxima
si no fuera por la falta de aliento
si no fuera por la falta de techo
si no fuera por los bandidos
si no fuera por los contrabandistas
si no fuera por las historias
si no fuera por el amigo que regresó
si no fuera por el amigo que no regresó
si no fuera por la no promesa de algo mejor
si no fuera por la falta de agua
si no fuera por las heridas aún sin curar
si no fuera por el precio de allanamiento
si no fuera por la falta de fe
si no fuera por la falta de efectivo
si no fuera por la falta de un plan
si no fuera por la muerte del sueño
si no fuera por la guerra
si no fuera por la otra guerra
si no fuera por la ilusión escapista
si no fuera por la distancia incierta
si no fuera por el arma inutilizable
si no fuera por no albergar ilusiones
si no fuera por el peso de la historia
si no fuera por la muerte de los dioses
si no fuera por la muerte de la ideología
si no fuera por el fin de los días
si no fuera por el auto escrutinio
si no fuera por el psicoanálisis
si no fuera por la próxima cita
si no fuera por el cinismo
si no fuera por la adicción
si no fuera por la propaganda
si no fuera por el sentido pragmático
si no fuera por el plan de pago
si no fuera por la racha conservadora
si no fuera por las relaciones públicas
si no fuera por la revolución fallida
si no fuera por la reeducación
si no fuera por la vigilancia del vecindario
si no fuera por la perspectiva pesimista
si no fuera por el optimismo eterno
si no fuera por la depresión crónica
si no fuera por la agorafobia
si no fuera por el vértigo
si no fuera por la paranoia
si no fuera por la sospecha furtiva
si no fuera por los miedos justificables
si no fuera por la vida en fuga
si no fuera por el brazo de la ley
si no fuera por la vida en la pobreza
si no fuera por la comercialización de los sueños
si no fuera por el mercado de las ideas
si no fuera por los que quedaron atrás
si no fuera por los motivos egoístas
si no fuera por el problema que causaría
si no fuera por los sudores nocturnos
si no fuera por el golpe en la puerta
si no fuera por los guardias del vestíbulo
si no fuera por los asesinos en el pasillo
si no fuera por la rapidez con la que terminaría
si no fuera por el margen de error
si no fuera por el entrenamiento inadecuado
si no fuera por la severidad de las palizas
si no fuera por lo desagradecido que parecería
si no fuera por lo desagradecido que sería
si no fuera por el esfuerzo que ha necesitado
si no fuera por la mano de obra invertida
si no fuera por las mejores oportunidades que vienen
si no fuera por la promoción prometida
si no fuera por la posición privilegiada
si no fuera por las vacaciones acumuladas
si no fuera por la última innovación
si no fuera por aquellos que serían demasiado felices
si no fuera por los que menos sospecharíamos
si no fuera por aquellos que aprovecharían la oportunidad
si no fuera por aquellos que se beneficiarían generosamente
si no fuera por aquellos que con gusto se unirían
si no fuera por los que quisieran decir
si no fuera por aquellos que saltarían para tomar el lugar de uno
si no fuera por aquellos que llegarían a cualquier extremo
si no fuera por la longitud a la que irían
si no fuera por aquellos que lo olvidarían tan rápido
si no fuera por aquellos que no te dejarían olvidar
si no fuera por aquellos aparentemente sin conciencia
si no fuera por el caos que seguramente se produciría
si no fuera por las atrocidades por todos lados
si no fuera por las inevitables represalias
si no fuera por los inocentes involucrados
si no fuera por la vida de los otros
si no fuera por los días de nuestras vidas
si no fuera por la esposa y el niño
si no fuera por las generaciones futuras
si no fuera por la larga cadena de dependientes
si no fuera por la vergüenza que quedaría impresa
si no fuera por los «cables trampa»
si no fuera por los perros
si no fuera por la visión nocturna
si no fuera por la detección de movimiento
si no fuera por la carretera de la muerte

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si no fuera por el grado en que esto se ha anticipado
si no fuera por aquellos que solo esperan que esto suceda
si no fuera por aquellos demasiado felices para echar una mano
si no fuera por la rapidez de la respuesta
si no fuera por la gravedad de la reacción
si no fuera por la unión de fuerzas
si no fuera por la caza
si no fuera por el inevitable final
si no fuera por la indignidad
si no fuera por las denuncias
si no fuera por la cuerda
si no fuera por el ascenso traicionero
si no fuera por la ausencia de dirección
si no fuera por los pobres instintos
si no fuera por la posición de estrés
si no fuera por la reciprocidad policial
si no fuera por la falta de papeles
si no fuera por el intercambio de registros
si no fuera por el inspector de seguros
si no fuera por la lista de resultados
si no fuera por la lista negra
si no fuera por la falta de refugio
si no fuera por la falta de una cuenta extranjera
si no fuera por la falta de un alias
si no fuera por la foto de la infancia
si no fuera por la memoria formativa
si no fuera por los años dorados
si no fuera por todo lo que uno ama
si no fuera por la pérdida de la identidad
si no fuera por la cara en el espejo
si no fuera por la falta de un cómplice
si no hubiera sido por nadie
si no fuera por el status quo
si no fuera porque nadie nunca lo hará
si no fuera por el muro que separa el pensar y el hacer
si no fuera por el muro que separa el pensar y el decir
si no fuera por el muro que separa el decir y el hacer
si no fuera por el obstáculo tácito
si no fuera por las razones desconocidas
si no fuera por todo lo anterior
si no fuera por ninguno de los anteriores
si no fuera por todo lo que sigue
si no fuera por el tiempo que llevaría
si no fuera por el lunes por la mañana
si no fuera por la cámara de vigilancia
si no fuera por la detección de calor
si no fuera por la cerca
si no fuera por la cerca más allá de la cerca
si no fuera por los obstáculos
si no fuera por los chacales
si no fuera por las botellas de agua vacías
si no fuera por lo que el ojo puede ver
si no fuera por el sol en el día
si no fuera por la maleza
si no fuera por la noche bajo cero
si no fuera por el pobre equilibrio
si no fuera por el acuerdo contractual
si no fuera por las inundaciones repentinas
si no fuera por el interés que se cobrará
si no fuera por la pérdida de interés
si no fuera por el interés en la inversión
si no fuera por el incansable interés propio
si no fuera por la zona radioactiva
si no fuera por el agua no potable
si no fuera por la torre de observación
si no fuera por el nivel de preparación
si no fuera por la respuesta coordinada
si no fuera por los últimos cien metros
si no fuera por el despliegue completo
si no fuera por los asesores militares
si no fuera por los informantes no remunerados
si no fuera por los pistoleros
si no fuera por el rodaje a la vista
si no fuera por las extradiciones
si no fuera por la berma vista desde el espacio
si no fuera por las fuerzas especiales
si no fuera por la evidencia forense
si no fuera por los registros dentales
si no fuera por las características distintivas
si no fuera por las lecciones que uno ha aprendido
si no fuera por las lecciones que uno aún tiene que aprender
si no fuera por los rastreadores locales
si no fuera por el precio de una guía
si no fuera por el estatuto de limitaciones
si no fuera por los lazos de plástico
si no fuera por la campana de plástico
si no fuera por las ventanas oscuras
si no fuera por las habitaciones vacías
si no fuera por los pasillos
si no fuera por la puerta sin numerar
si no fuera por la pared en blanco
si no fuera por la silla y el escritorio
si no fuera por el patio vacío
si no fuera por la confesión forzada
si no fuera por las marcas no visibles
si no fuera por la obediencia ciega
si no fuera por el juego según las reglas
si no fuera por la lealtad endogámica
si no fuera por la longitud de la correa
si no fuera por el juego semanal
si no fuera por la mano del destino
si no fuera por la promesa de lealtad
si no fuera por la tradición familiar
si no fuera por el código de honor
si no fuera por la resolución de año nuevo
si no fuera por los votos sagrados
si no fuera por el juramento
si no fuera por la cadena de excusas
si no fuera por la mentira vacía
si no fuera por la diversión retórica
si no fuera por la confesión semanal
si no fuera por el conocimiento presumido
si no fuera por las astutas sonrisas
si no fuera por el odio a uno mismo
si no fuera por el ridículo
si no fuera por los ojos desviados
si no fuera por las duras miradas
si no fuera por la saliva en la cara
si no fuera por el chisme
si no fuera por las últimas palabras
si no fuera por los últimos ritos
si no fuera por el hombre que muere caminando
si no fuera por el precio de la traición
si no fuera por el labio superior rígido
si no fuera por la recuperación esperada
si no fuera por los indicadores económicos
si no fuera por las eficiencias automatizadas
si no fuera por las reformas liberales
si no fuera por el bono del próximo año
si no fuera por la temporada navideña
si no fuera por las próximas elecciones
si no fuera por las mejoras recientes
si no fuera por el ejemplo público
si no fuera por el espectáculo público
si no fuera por el programa de incentivos
si no fuera por los créditos acumulados
si no fuera por el plan quinquenal
si no fuera por la pantalla televisada
si no fuera por el circo mediático
si no fuera por las noticias nocturnas
si no fuera por la noche eterna
si no fuera por las pesadillas
si no fuera por la mañana siguiente
si no fuera por los métodos probados por el tiempo
si no fuera por el fin imaginable
si no fuera por el fin inimaginable
si no fuera por el fin de lo imaginable
si no fuera por la cobardía
si no fuera por el terror
si no fuera por la comercialización del terror
si no fuera por el deseo de dormir
si no fuera por la necesidad de olvidar
si no fuera por las flores fuera de la ventana
si no fuera por el viento en los árboles
si no fuera por la complejidad del problema
si no fuera por la banalidad de la solución
si no fuera por el agotamiento de la filosofía
si no fuera por el horror
si no fuera por la filosofía del agotamiento
si no fuera por el borrador
si no fuera por la guerra
si no fuera por la guerra después de la guerra
si no fuera por el interminable hablar de licencias
si no fuera por el eterno retorno
si no fuera por la tragedia
si no fuera por la farsa
si no fuera por la lección objetiva
si no fuera por el legado colonial
si no fuera por las plantaciones
si no fuera por la Indochina francesa
si no fuera por Vietnam
si no fuera por el trauma reprimido
si no fuera por la historia no escrita

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si no fuera por el realismo capitalista
si no fuera por el hecho consumado
si no fuera por los tanques en la plaza
si no fuera por los cuerpos en la calle
si no fuera por la sangre y la arena
si no fuera por la tierra fría
si no fuera por los fríos ojos azules
si no fuera por el inefable sentido
si no fuera por la sabiduría tácita
si no fuera por la experiencia duramente ganada
si no fuera por las nueve veces de cada diez
si no fuera por el lanzamiento de los dados
si no fuera por la abolición del azar
si no fuera por la pared interminable
si no fuera por el castillo
si no fuera por la mirada panóptica
si no fuera por el punto de fuga
si no fuera por la bruma distante
si no fuera por el humo en el horizonte
si no fuera por la tierra de nadie
si no fuera por la línea en el mapa
si no fuera por la línea de visión
si no fuera por la triangulación
si no fuera por la alianza de poder
si no fuera por el eje del mal
si no fuera por los restos del camino
si no fuera por las ciudades desiertas
si no fuera por el ganado muerto
si no fuera por los campos en barbecho
si no fuera por el hedor
si no fuera por las señales de vida
si no fuera por los paquetes de perros
si no fuera por los niños soldados
si no fuera por el marrón, marrón
si no fuera por la lástima tomada
si no fuera por la zona disputada
si no fuera por la cordillera
si no fuera por la terrible predicción
si no fuera por la muerte anunciada
si no fuera por las palabras del profeta
si no fuera por la muerte del sujeto
si no fuera por las proporciones épicas
si no fuera por la insignificancia total
si no fuera por la obsolescencia
si no fuera por la aceptación tácita
si no fuera por la lenta aquiescencia
si no fuera por la capitulación repentina
si no fuera por la herida de salida
si no fuera por la calle en sentido único
si no fuera por la frontera arbitraria
si no fuera por la comunidad falsa
si no fuera por la milicia privada
si no fuera por las células comunistas
si no fuera por el susto por los rojos
si no fuera por el peligro amarillo
si no fuera por el choque de civilizaciones
si no fuera por los bárbaros en la puerta
si no fuera por la guerra sin fin
si no fuera por la guerra más allá de la guerra
si no fuera por los reclamos a medias
si no fuera por la coartada fácil
si no fuera por el peligro presente
si no fuera por la pseudo solución
si no fuera por la liberación catártica
si no fuera por el tiempo una y otra vez
si no fuera por las señales de progreso
si no fuera por el futuro prometedor
si no fuera por la opinión imparcial
si no fuera por la firme creencia
si no fuera por la filosofía personal
si no fuera por la prueba categórica
si no fuera por la preferencia individual
si no fuera por el gusto adquirido
si no fuera por el punto de vista informado
si no fuera por la decisión basada en evidencia
si no fuera por la elección educada
si no fuera por las mejores prácticas
si no fuera por las métricas comprobadas
si no fuera por las buenas perspectivas
si no fuera por las grandes esperanzas
si no fuera por las opciones inexploradas
si no fuera por los brillantes horizontes
si no fuera por la privatización en curso
si no fuera por la acumulación interminable
si no fuera por el final de la línea
si no fuera por el final a la vista
si no fuera por el final de la película
si no fuera por la vida de un artista
si no fuera por el amor a la belleza
si no fuera por el amor por la idea
si no fuera por el amor reavivado
si no fuera por los votos renovados
si no fuera por las tareas diarias
si no fuera por las distracciones sin fin
si no fuera por los pesares profundos
si no fuera por los esfuerzos redoblados
si no fuera por el tropiezo y la caída
si no fuera por la culpa
si no fuera por la fatiga
si no fuera por las noches sin dormir
si no fuera por la piel delgada
si no fuera por la naturaleza sensible
si no fuera por la pregunta sin resolver
si no fuera por la confusión filosófica
si no fuera por la contradicción permanente
si no fuera por la creencia herética
si no fuera por la ira de Dios
si no fuera por el orden santificado
si no fuera por el diseño elemental
si no fuera por el inevitable destino
si no fuera por la lógica de conducción
si no fuera por el control centralizado
si no fuera por la evidencia irrefutable
si no fuera por los métodos avanzados
si no fuera por las habilidades forenses
si no fuera por las herramientas de precisión
si no fuera por la predisposición natural
si no fuera por razones instrumentales
si no fuera por la justificación científica
si no fuera por los determinantes biológicos
si no fuera por la superioridad natural
si no fuera por los principios liberales
si no fuera por los acuerdos comerciales
si no fuera por los propietarios registrados
si no fuera por el principal interesado
si no fuera por el derecho de propiedad
si no fuera por la santa alianza
si no fuera por la muerte del autor
si no fuera por las ideas no nuevas
si no fuera por la mejor idea
si no fuera por el código irrompible
si no fuera por el código de conducta
si no fuera por los perros robóticos
si no fuera por el “demasiado tarde”
si no fuera por lo suficiente
si no fuera por los ya cansados
si no fuera por los ya probados
si no fuera por los ya refutados
si no fuera por el esfuerzo inútil
si no fuera por el colapso del comunismo
si no fuera por la anarquía social
si no fuera por las fuerzas reunidas
si no fuera por la fuerza disipadora
si no fuera por el “cada hombre por sí mismo”
si no fuera por lo que pase
si no fuera por el «Dios contra todos»
si no fuera por los ideales perdidos
si no fuera por las fronteras cerradas
si no fuera por la historia cíclica
si no fuera por el “todos los caminos conducen a”
si no fuera por el destino compartido
si no fuera por la ilusión romántica
si no fuera por la perspectiva iluminada
si no fuera por la trágica sensibilidad
si no fuera por la próxima catástrofe
si no fuera por los demonios personales
si no fuera por la incapacidad
si no fuera por los modos de persuasión
si no fuera por los medios de extracción
si no fuera por el nuevo comienzo
si no fuera por el infierno pagar
si no fuera por las manos del tiempo
si no fuera por los vientos de guerra
si no fuera por el final a la vista
si no fuera por el trágico final
si no fuera por las municiones sin detonar
si no fuera por las bombas de racimo
si no fuera por la repetición sin fin
si no fuera por la frontera disputada
si no fuera por la concentración de tropas
si no fuera por el despliegue de armas
si no fuera por el ejército profesional
si no fuera por las bandas itinerantes
si no fuera por la juventud en las calles
si no fuera por el brote reciente
si no fuera por las barricadas de la calle
si no fuera por la operación de limpieza
si no fuera por los prisioneros no tomados
si no fuera por la pared del cuartel
si no fuera por el piso de la morgue
si no fuera por la renuencia general
si no fuera por la actitud contemplativa
si no fuera por el método crítico
si no fuera por el desencanto
si no fuera por la caída del hombre
si no fuera por el “en el nombre del Padre”
si no fuera por la voz del maestro
si no fuera por el ejército de uno
si no fuera por el ser todo lo que puedes ser
si no estuviera listo y esperando
si no fuera por el nivel de alerta
si no fuera por el fuego a voluntad
si no fuera por el martirio
si no fuera por la premonición
si no fuera por la sensación furtiva
si no fuera por el indicio de peligro
si no fuera por la predicción ominosa
si no fuera por los desprevenidos
si no fuera por la estupefacción
si no fuera por la indiferencia general
si no fuera por la tumba sin marcar
si no fuera por los asuntos más importantes
si no fuera por la cuestión de relevancia
si no fuera por la prioridad cuestionable
si no fuera por la gran pregunta
si no fuera por el problema inmediato
si no fuera por el asunto en cuestión
si no fuera por todas las cosas en su tiempo
si no fuera por la demora razonable
si no fuera por la expectativa irracional
si no fuera por la ingratitud
si no fuera por el orden de las cosas
si no fuera por todas las cosas deben pasar
si no fuera por el no hay necesidad de preocuparse
si no fuera por el mejor mundo posible
si no fuera por el no hay punto en quejarse
si no fuera por el no hay otra alternativa
si no fuera por el es la única opción real
si no fuera por la única opción lógica
si no fuera por la realidad como tal
si no fuera por la pérdida de lo real
si no fuera por la futilidad
si no fuera por la humillación
si no fuera por la pobreza de las ideas
si no fuera por el momento inoportuno
si no fuera por el momento incómodo
si no fuera por el tiempo insuficiente
si no fuera por la tiranía del tiempo
si no fuera por un momento tan bueno
si no fuera por el estar tan lejos
si no fuera por el alcance
si no fuera por las fuerzas impredecibles
si no fuera por las constantes invariables
si no fuera por la multitud de variantes
si no fuera por los factores fuera de nuestro control
si no fuera por las condiciones inmutables
si no fuera por los eventos sísmicos
si no fuera por el lamentable estado
si no fuera por las fuerzas entrópicas

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si no fuera por la selección natural
si no fuera por el sistema de clases
si no fuera por el capitalismo del desastre
si no fuera por el darwinismo social
si no fuera por los derechos de propiedad
si no fuera por el desplazamiento forzado
si no fuera por los términos y condiciones
si no fuera por los resultados trimestrales
si no fuera por el opresor histórico
si no fuera por el último hombre
si no fuera por el exilio
si no fuera por el Mar Rojo
si no fuera por la marea roja
si no fuera por las aguas turbulentas
si no fuera por la marea alta
si no fuera por los mares inexplorados
si no fuera por los vientos huracanados
si no fuera por los remolinos y las corrientes
si no fuera por los restos en la playa
si no fuera por los océanos de arena
si no fuera por las dunas cambiantes
si no fuera por las dunas más allá de las dunas

Web
http://www.michaelashkin.com

Biografía

Michael Ashkin nació en Nueva Jersey en 1955. Su trabajo abarca varios medios, incluyendo escultura, instalación, fotografía, video, poesía y texto. En 1977, obtuvo una licenciatura en Estudios Orientales de la Universidad de Pensilvania, Filadelfia y en 1980 una maestría en Lenguas y Culturas de Medio Oriente en la Universidad de Columbia en Nueva York. Fue solo en 1993 que Ashkin ingresó oficialmente en el mundo del arte obteniendo un MFA en la Escuela del Instituto de Arte de Chicago.

Su trabajo aborda cuestiones de paisaje y urbanismo, específicamente la intersección de la subjetividad con la producción social, económica y política del espacio. En 2019, publicó un libro con FW: Libros titulado Were not not for. El libro combina un texto de 670 líneas con 218 fotografías del desierto de Mojave. Esta combinación crea una poderosa sensación de inquietud en todo el documento, que explora la idea del miedo y la inquietud como un efecto de los legados violentos contenidos en el paisaje, y en función de las tecnologías que utilizamos para representarlo.

El trabajo de Ashkin ha sido expuesto en la Documenta 11 (2002), la Bienal de Whitney (1997), en los Estados Unidos y en el extranjero. Recientemente ha publicado tres álbumes de fotos, Were It Not For (2019), Horizont (2018) y Long Branch (2014).

Antes de enseñar en la Universidad de Cornell, fue miembro de la facultad en SUNY Albany, Pratt Institute, SUNY Purchase, Tyler School of Art y el Centro Internacional de Fotografía.

Editor
https://fw-books.nl/product/michael-ashkin-were-it-not-for/

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