“INDEX G se despliega como el teatro del silencio. El libro está hecho de la ausencia de personajes y de sus peculiares historias. Es una obra donde las cosas vistas y narradas parecen no decirse, quedando como suspendidas en el tiempo. Hay algo de esa realidad elusiva que queda atrapado en un momento de incertidumbre, algo que puede estar sucediendo y cuyas consecuencias son apenas perceptibles. la realidad es un limbo lleno de tensión y dudas. Nada sucede (en apariencia), pero todo está presente, contenido en el silencio de las vidas aquí retratadas”.
Piergiorgio Casotti
INDEX G es un libro de fotografía sobre la segregación racial en St. Louis, Estados Unidos. Describe en un lenguaje experimental las experiencias de vida y los sentimientos de los americanos que marginalizados dentro de la ciudad. El libro fue publicado por Skinnerboox en 2018. Contribuyeron en su edición además de los editores, los fotógrafos italianos Piergiorgio Casotti y Emanuele Brutti y la diseñadora y curadora Fiorenza Pinna.
El libro se inspira en el índice de Gini, un instrumento de estadística para medir la desigualdad económica y los niveles de segregación entre los residentes en un país. Para ambos autores, uno de los propósitos de ese proyecto es mostrar que la segregación en Estados Unidos es un fenómeno que se debe ver a nivel macro. Hay un problema de escala en la forma como se conoce esa segregación que no integra una nueva forma de exclusión como la que se está dando en St. Louis. En esa hay nuevas zonas de segregación racial dentro del mismo centro urbano. Al norte del Dalmar boulevard hay 95% de negros, viviendo en condiciones de pobreza y con una expectativa de vida de 67 anos de edad, mientras que a unos 100 metros de ese bulevar hacia el sur la ciudad tiene un 70% de blancos viviendo en buenas condiciones y con una expectativa de vida de 82 años. Según estos fotógrafos, la diferenciación racial está transformando grandes escalas de la geografía de las ciudades creando desigualdades entre centros, áreas suburbanas y zonas limítrofes más que en a escala de centro-suburbio o suburbio-suburbio. El propósito de INDEX G es revelar esos fenómenos a través del uso de la fotografía.
INDEX G se concibió como proyecto documental pero su contenido apela a una narrativa más experimental que articula la edición y la secuencia del libro de forma intuitiva, acentuando el silencio manifiesto de quienes ven la exclusión sin aceptarla. PUNTO DE FUGA quiso tener una conversación la diseñadora y los fotógrafos para conocer mejor la realidad de quienes están viendo surgir en las ciudades americanas una nueva forma de segregación racial. Quisimos saber también cómo se fueron gestando los retratos de las comunidades afroamericanas en St. Louis y de qué forma el libro que publicaron tomó forma hasta convertirse en ese teatro del silencio, una obra magistral que revela las vidas de quienes son excluidos retratándolos con mucha sutiliza y tacto el empobrecimiento económico de los afrodescendientes en Estados Unidos.
Una conversación con Fiorenza Pinna, Piergiorgio Casotti & Emanuele Brutti
P.D.F.: ¿Cómo empezó el proyecto en St. Louis? ¿Sabían que había una nueva forma de segregación en Estados Unidos? ¿Cómo hicieron para partir de ese fenómeno y crear un proyecto fotográfico?
P.C.: Inicialmente en 2015 estaba pensando hacer un proyecto relacionado con las “Sundown Towns” en Estados Unidos: pequeñas ciudades, muy pequeñas en donde la seguridad hacia los negros no se veía garantizada después de la caída del sol. Había muchas de esas ciudades a inicios del 900 y por las décadas que siguieron hasta la radicación de la ley contra el racismo; ese tipo de lugares existen hoy en día, no es algo del pasado. Todo empezó con esa primera reflexión. Fue entonces cuando decidí involucrar a Emanuele Brutti. Durante varios meses investigamos para ese Proyecto, contactamos a un y hablamos con el profesor James W. Loewen quien ha escrito mucho sobre el tema.
Con el tiempo pensamos que el proyecto debía ser abandonado. Era muy riesgoso ese tema y podíamos caer muy facilmente en los estereotipos. Afortunadamente, durante la investigación que nos llevó a leer docenas de reportes, artículos de prensa e información sobre los “Sundouwn Towns” nos llamó la investigación un tema: la creciente macro segregación de los afroamericanos.
Desde hace tiempos había pensado trabajar con la noción del índice de Gini así que esta fue la ocasión perfecta. Teníamos pensado desde el inicio hacer un libro ilustrado con una serie de textos incluidos que finalmente se convirtió en el foto-libro que conoces y en donde el texto aparece bajo la forma un guión. Lo importante era que el texto y la imagen estuvieran equilibrados. Nos fuimos hacia St. Louis que es una de las ciudades con mayor segregación en Estados Unidos con algunas ideas en la mente. Una vez en la ciudad nos dimos cuenta que no podríamos representar visualmente lo que queríamos. Sólo hasta el final de segundo y último viaje fue que encontramos la idea apropiada y el camino a seguir.
Index G no quiere contar la segregación didácticamente, sino que propone una manera de lidiar con ella a un nivel visual y mental muy diferente, buscando expresar el absurdo del estatus quo racial que existe hoy en día en Estados Unidos. Queríamos acentuar de alguna forma la idea de una discontinuidad entre lo humano y lo espacial (la ciudad).
E.B.: La idea inicial la tuyo Piergiorgio Casotti en 2015. Como él lo comenta hicimos una serie de investigaciones que nos llevaron a encontrar mucho material estadístico sobre nuevas formas de segregación racial. Todo empezó ahí.
P.D.F.: En otra entrevista dicen: “queríamos evitar caer en los estereotipos” asociados con la discriminación racial hacia los afroamericanos. No fotografiamos barrios pobres o niños desnutridos corriendo por las calles desiertas. No queríamos establecer paralelos entre la población blanca y la afrodescendiente. Los temas que determinan el libro son la incertidumbre, el silencio y la ausencia. Son formas sutiles de hablar de la perdida de ilusión y la falla humana en este tipo de situaciones. ¿Cómo llegaron a la idea de sugerir por la ausencia esa exclusión?
P.C.: El libro trata de la ausencia, el vacío y el silencio. Todas las imágenes excepto los retratos no muestran a ningún ser humano, pero tienen una curiosa presencia humana. ¿Cuáles son las historias detrás de las cortinas? No queríamos mostrar esa presencia sino sugerirla a través de la percepción de quien observa. Cada persona debía llevarse su propia impresión y aportar sus propias respuestas a esta problemática.
P.D.F.: Hablemos más sobre los retratos… ¿Quiénes son las personas retratadas y porqué decidieron incluirlas finalmente en el proyecto?
P.C.: Los retratos enfatizan y refuerzan esta idea de que existen historias no contadas. Al incluirlos queríamos generar reflexión, curiosidad y misterio. Las personas que retratamos las conocimos en los clubes, en frente a los centros comerciales y en espacios públicos. Van de artistas a abogados, raperos, o simples personas. No conocemos las historias detrás de cada una de ellas porque era importante para nosotros no estar influenciados por ellas. Los retratos debían expresar rostros difíciles de discernir, caras con gestos discretos, indefinibles para quien los mira.
E.B.: Las personas que fotografiamos eran residentes de St. Louis, personas que fuimos conociendo a lo largo de nuestras jornadas. Era importante que no fueran amigos o personas conocidas. Lo curioso es que muchas de las personas se sintieron involucradas en lo que hacíamos, querían hacer parte del proyecto.
P.D.F.: Siempre mencionan el silencio. Desde la primera frase, ustedes dicen que se trata de un libro pensado como si fuera una obra de teatro silenciosa. ¿Porqué era importante introducir el silencio en las imágenes? ¿Cómo se ha convertido en una característica del lugar y de los retratos?
P.C.: Porque así es como se siente la comunidad afrodescendiente en esas zonas, invisible, ignorada. También porque el silencio puede tener un efecto muy impactante para quien mira, puede convertirse en alarmante si uno lo escucha con mucho cuidado.
E.B.: Al principio no sabíamos que esperar. Durante nuestra estadía en St. Louis tuvimos algunos sentimientos que nos fueron llevando a esa forma silenciosa. Fue algo inconsciente, nosotros simplemente seguimos nuestro instinto.
P.D.F.: Me gustaría saber por qué desde el inicio era importante que este Proyecto tuviera la forma de un libro.
F.P.: Este es nuestro tercer proyecto de libro con Piergiorgio Casotti. Él siempre tuvo el libro en mente como formato para su trabajo. Esta vez la idea era trabajar con un libro que fuera intertextual, con distintos tipos de imágenes y textos trabajando de forma distinta.
P.C.: La idea del libro siempre estuvo presente porque desde el inicio quería algo que tuviera mucho texto. Me pareció que era el medio adecuado.
E.B.: La idea estaba ahí desde el inicio como ya lo sabes. Es por esa razón que decidimos involucrar a Fioranza desde el inicio. Hablamos mucho durante nuestra estadía en St. Louis compartiendo ideas y dudas acerca de todo el proceso. El mantenernos en contacto a distancia nos permitió crear una cierta sinergia que llevó naturalmente a la creación del libro.
P.D.F. : Hablando de la edición del libro, ustedes dicen que no hay un hilo narrativo en Index G; a cambio se ven retratos enigmáticos, cuartos vacíos, fotografías de callejones sin mucha actividad, un silencio abrumador hay en todo eso. ¿Pueden decirnos más sobre el concepto editorial del libro, el ambiente en el que nos introduce?
F.P.: Mi idea era crear una narrativa construida en torno a la acumulación, como estructura relacional que va creando múltiples niveles de diálogo y múltiples y variables sentidos del espacio. Es un trabajo sobre la segregación racial determinada por el espacio mismo, en St. Louis, pero también es una obra sobre temas más universales como el sentimiento de vacío que existe en ciudades sobrepobladas y densas en donde el sentido de humanidad parece agotarse, no hay muchas posibilidades de tener una verdadera comunicación. Es esa discontinuidad en la cercanía, como lo dice el título, lo que constituye el centro emocional de todo este trabajo.
P.C.: En términos más generales queríamos que hubiera una separación entre las imágenes en blanco y negro y las imágenes a color. Son imágenes que hablan de la realidad de St. Louis y de los Estados Unidos en dos niveles distintos: el color representa el mundo de afuera, la calle, mientras que el blanco y negro es íntimo y representa un mundo más escondido.
P.D.F.: INDEX G está lejos de caer en los estereotipos. Parece más bien una obra poética. El silencio y los gestos de las personas retratadas, las calles de St. Louis sin mucho movimiento, todo parece haber sido trabajado con mucha delicadeza. ¿Qué conexiones establecen entre este trabajo y otros proyectos suyos?
F.P.: INDEX G es el tercer libro de la trilogía del silencio en la obra de Casotti. En este proyecto puedes encontrar una constante exploración de la fragilidad humana y del poder humano y llegas a ver una realidad en donde la frontera entre estas dos condiciones cambia.
P.C.: Como Fiorenza dijo una vez, con este nuevo libro completas una trilogía sobre el silencio. Creo que este libro y el anterior, que se titula Sometimes I cannot smile, están muy conectados en cuanto a este concepto, pero también a la forma como se relacionan conmigo. Cuando hago estos proyectos siempre hay una conexión con mis propios sentimientos, mis miedos, mi estado de ánimo.
P.D.F.: En un libro de fotografía siempre hay una aproximación sensible muy particular que se transmite en la forme como se secuencian las imágenes. ¿Cuál sería la clave para entender este libro (si existe)? ¿Es una obra minimalista que rompe con el silencio del ambiente, una tragedia moderna, un libro sobre la segregación y la soledad en St. Louis, cómo lo definirían?
F.P.: He anticipado esta pregunta antes. Creo que el libro es un viaje hacia voces e imágenes que se articulan en torno a momentos de silencio y espacios vacíos que se entrelazan página por página. Es un experimento y llamado a la provocación. Quería construir una experiencia sobre el cómo normalmente percibimos, usamos e imprimimos textos e imágenes, blancos y negros, para transformar por completo los hábitos de lectura, creando una disruptiva, un ruido inicial que pudiera estar presente página a página hasta convertirse en un hábito. Quería comprometer al lector es ese trabajo de des-construcción y construcción de narrativas.
P.C.: Para mí, la idea era conseguir que algunas imágenes lucieran como capturas de pantalla de una película, retazos de una película que va más allá del libro. Tienes que leer el guion para encontrar el camino a través de las imágenes.
E.B.: La pista es sin duda esa, leer el texto de Piergiorgio primero para sumergirse en el mundo que estamos describiendo.
P.D.F.: El texto del libro tiene un papel muy importante en el libro como ustedes mismos lo mencionan. En ese texto describen el paisaje con las siguientes palabras: “Andando de un lado a otro a velocidad variable por el corazón del sistema socio industrial no disputado. La reiteración perpetua de la liturgia industrial”. No podría ser más poético, más bello y más trágico para iniciar una obra.
Volvemos al tema de la soledad de quien fotografía y de quien es fotografiado, a la idea de un mundo desolado. Tengo una doble pregunta: ¿Qué libro es este, uno sobre la necesidad de andar siempre recorriendo caminos como una forma de liberarse de la segregación, del aburrimiento, del peso del cotidiano? ¿Qué representa para ustedes? ¿Y porqué usar la poesía, es acaso una forma de humanizar a todas esas personas que han sido excluidas sin que lo notemos siquiera?
F.P.: Creo que finalmente llegamos a la esencia del libro. No hay otra forma de describir ese tema de la exclusión que hacienda uso de la poesía. El nivel textual revela a un nivel más profundo el sentimiento humano, es ahí donde precisamente el lenguaje documental no basta.
P.C.: Esta pregunta es difícil. Viví en Estados Unidos por un tiempo en el pasado y leo mucha literatura americana contemporánea. Creo que he sido influenciado por los libros que describen la américa de los 70’s, 80’s y 90’s como los de Bret Easton por ejemplo, en donde se describe una sociedad centrada en sí misma yendo a su propia auto-destrucción. Una literatura de la decadencia de las relaciones humanas, los valores morales, etc.
P.D.F.: La presentación del libro me recuerda a la obra Every Building on the Sunset Strip by Ed Ruscha. ¿Existe alguna razón en particular para que ustedes rindan homenaje a este fotógrafo, consciente o inconscientemente?
F.P.: ¡Interesante conexión! No es consciente, pero Ruscha es ciertamente una referencia importante.
P.C.: ¡Acertaste! Fue una fuente de inspiración muy grande durante mis periodos de registro fotográfico.
E.B.: Para mí no había ninguna intención de hacer homenaje a ningún fotógrafo en específico. Cuando estábamos en St. Louis exploramos distintas formas de fotografiar las calles que separaban las áreas más pobladas por afrodescendientes de las calles pobladas por blancos. Fotografiar las calles de Estados Unidos después de Ed Ruscha, StephenShore, Paul Graham o Joel Meyerowitzes un desafío inmenso.
P.D.F.: En la mitad del libro Zajon entre en una conversación con John, un hombre que tiene un trabajo muy aburrido, respondiendo a las llamadas y dirigiéndolas al servicio correspondiente. La primera persona dice que tiene un problema: no puede ver a la gente. ¿Cómo les surgió esta maravillosa idea para hablar de la segregación?
F.P.: Esta idea viene de Piergiorgio. Sugerí que esta parte fuera en el centro porque es realmente un dialogo muy poderoso, hace alusión a muchos temas relacionados con este proyecto. El concepto de no ver es crucial. El libro está compuesto de distintas capas de lectura, el no ver es una de ellas.
P.C.: Más que hablar de segregación o de no ver creo que este diálogo lo que quiere expresar es que existen barreras de comunicación entre los seres humanos, barreras físicas que son claramente visibles. Se ven puertas cerradas, bloques en las calles, calles que han servido para separar suburbios enteros. Zajon es muy joven y todavía no entiende nada sobre esas barreras.
P.D.F.: Debo decirlo, ¡el libro es fantástico! No solamente es crítico, está también cargado de humor y de poesía. ¿Qué otra cosa se nos ha escapado de la lectura del libro? ¿Hay algún elemento que ustedes también hayan decidido no incluir?
F.P.: Muchas cosas quedaron por fuera del proyecto final. Había, por ejemplo, una serie de puertas, de rejas y de barreras. Decidimos resumir todo esto en la elección del material para la tapa del libro. El texto del lomo del libro con su tinta fría resume de algún modo esas rejas.
P.C.: En los paisajes urbanos hay detalles que no son perceptibles para quienes no viven en St. Louis. Hay una calle llamada Olive Boulevard. Ese nombre parece no indicar nada, pero en realidad representa una de las calles que separan a afroamericanos y blancos. Detalles como esos pueden pasar desapercibidos.
E.B.: Hay muchas señales de segregación visibles en el libro pero lo que me parece más importante es que cada lector percibe esa exclusión a su manera. No hay ningún estereotipo sobre el cual pueda aferrarse para observar la realidad de St. Louis.
P.D.F.: Para terminar. ¿Han planeado exponer este libro? ¿Cómo modificarían la estructura del libro para adaptar el proyecto al formato de la exposición? ¿Han considerado recrear el ambiente silencioso?
F.P.: La exposición está diseñada para crear diferentes espacios inestables capaces de traer a la galería la idea de discontinuidad e incomunicabilidad. Las impresiones amplias de fotografías a color han sido presentadas sin marco sobre los muros mientras que las imágenes en blanco y negro aparecen enmarcadas para crear estructuras temporales especiales. Las estructuras o los muros de exposición son paralelepípedos blancos de distintos tamaños en donde se exponen distintos grupos de imágenes.
E.B.: Lo que queríamos hacer con la exposición era crear un ambiente de alejamiento, separación y silencio. Le dimos la posibilidad a Fiorenza de hacer toda la curaduría de la exposición según el espacio que se nos da. Ella propuso crear nueve cubos blancos con diferentes alturas, cada uno de esos cubos expuestos en grupos de tres. Esa estructura es la que puede generar un sentimiento de separación y de aislamiento dentro de la sala que son nociones muy estructurantes en nuestro trabajo. Para expresar esas ideas debíamos traducir en un espacio de exposición algún tipo de ruptura secuencial.
Web
www.piercasotti.com
www.bruttiemanuele.com
http://jp.prixpictet.com/nominators/pinna-fiorenza/
Video
Libro
https://www.skinnerboox.com/books/indexg
Biografías
Piergiorgio Casotties un fotógrafo italiano de la región de Reggio Emilia nacido en 1972. Hizo estudios de economía. Sus proyectos fotográficos están relacionados con las dinámicas de los seres humanos, su intimidad, sus miedos y sus confesiones. Para sus proyectos Casotti usa un método enfático de asociar su experiencia de vida personal con proyectos documentales de largo plazo. Su trabajo cruza los límites del video y la fotografía buscando un lenguaje apropiado para expresar sus preocupaciones como artista.
Hasta la fecha ha publicado tres libros: Sometimes I cannot smile, Where does the white go, ambos auto-editados e INDEX G, publicado con Skinnerboox. Todas sus obras traducen en un lenguaje visual poético y misterioso el desarraigo, la soledad y algunas formas silenciosas de exclusión social que son difícilmente perceptibles para quienes no conocen la realidad de muchas urbes modernas.
El conjunto de esos libros compone lo que Fiorenza Pinna describe como la trilogía del silencio. Sometimes I cannot smilees una obra documental muy prolífica que trata con mucha sutileza el tema de los suicidios juveniles en Groenlandia, región autónoma donde el 20% de los jóvenes entre 15 y 25 años tratan de terminar con sus vidas. Es una obra poética sobre las tristezas, los miedos y las dificultades de los adolescentes que se enfrentan al tema del suicidio. Sin caer en los prejuicios, la obra aborda todo el espectro emocional de esta juventud que no ve en el futuro una razón clara para vivir. En Where does the white go, el silencio se expresa en los retratos de las casas y las personas que se rehúsan a abandonar las montañas italianas. Las imágenes son elusivas. Muchas de ellas producen una contradictoria sensación de extrañeza y de intimidad en quien las observa. INDEX G es una obra delicada y compleja que reúne también diálogos y fotografías de personas y espacios que han visto crecer muy sutiles formas de desigualdad social. El libro expresa las dudas y los temores de quienes viven en el asilamiento urbano, pero también muestra las brechas casi imperceptibles que separan a blancos y negros dentro de un mismo barrio.
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Fiorenza Pinna es una curadora y diseñadora de libros free-lance. Se graduó de estudios de Artes Visuales y Media Science. Después de haber cursado el programa de arte, semiótica y estética en el Centro de Semiótica de la Aarush University regresó a Italia para obtener un certificado en diseño y comunicación visual en Boloña. En el 2000, se fue a Roma para trabajar como freelance, haciendo en paralelo estudios de fotografía hasta obtener el Máster en Arte y Comunicación Museográfica. En 2007 empezó a trabajar como diseñadora de libros de fotografía para la editorial Punctum.
En 2009 y hasta el 2017 fundó y manejó junto con Chiara Capodici 3/3, una organización sin ánimo de lucro dedicada a la discusión y la exposición de los más innovadores proyectos de fotografía contemporánea. También fundó Little Big Press, un Proyecto de curaduría dedicado a la exposición, la publicación y el estudio de libros de fotografía independientes.
Entre 2012 y 2014 colaboró con la MIA Fair en Milán a la cabeza del sector editorial. Desde entonces ha curado muchas exposiciones como: Temporary Landscapesde Massimo Mastrorillo, Mizu no Oto, una exposición colectiva dedicada a la fotografía japonesa con fotógrafos como Asako Narahashi, Rinko Kawauchi, Lieko Shiga, Yumiko Utsu y Mayumi Hosokura, The Narrow Doordel fotógrafo Massimiliano Tommaso Rezza y Stories de Andy Rocchelli en colaboración con Cesura.
Entre los foto-libros que ha diseñado y que han recibido el aplauso de la crítica están: Where does the whitego de Piergiorgio Casotti; ALIQUALde Massimo Mastrorillo; Saluti da Pinetamarede Salvatore Santoro; Sometimes I cannot Smilede Piergiorgio Casotti e Index G, Piergiorgio Casotti y Emanuele Brutti.
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Emanuele Brutti es un fotógrafo italiano nacido en Verona en 1984. Fundó con Franceso Biasi y Chiara Bandino la Fonderia 20.9, una galería dedicada a la exposición de fotografía contemporánea. En 2015 expuso Just Another Boxer en les Boutographies, una serie propia sobre boxeadores retratados durante sesiones de entrenamiento. Para ese Proyecto Brutti estableció una fuerte conexión entre el boxeador y el escenario de entrenamiento en su proceso de preparación para combatir a otro hombre. Sobre esa serie el fotógrafo explica: Hay una fuerte conexión entre la calle y el boxeo. La calle es el primer ring al que un joven boxeador se enfrenta para construirse un futuro. La gente piensa normalmente que un boxeador no es sino un animal de entrenamiento que no sabe mucho sobre el mundo que le rodea. El mundo del boxeo amateur ha cambiado mucho: los boxeadores combatiendo en los gimnasios de provincias italianas son jóvenes que van a la escuela y que consideran el boxeo como un deporte hecho para confrontar los miedos personales.
Muchos de los proyectos documentales de este fotógrafo están relacionados como la intimidad y las emociones expresadas a través del retrato. Esos retratos exponen a las personas a su contexto más cercano y los envuelven en él. En 2018, Emanuele Brutti publicó junto con Piergiorgio Casotti el libro INDEX G, una obra sobre las vidas silenciosas de residentes de St. Louis que han sido marginados, a pesar de estar viviendo en el centro de la ciudad. En ese proyecto las fotografías de los espacios urbanos y los retratos muestran un universo silencioso marcado por formas de exclusión geográfica y física inquietantes.