Katja Stuke & Oliver Sieber: You and Me, Spector Books, 2017

You and Me es el título de la exposición que Katja Stuke y Oliver Sieber hicieron para el Museo de la Fotografía contemporánea en Chicago (MoCP) en enero del 2015. En esa exposición presentaron más de 150 fotografías, un diario y dos videos de ese proyecto colaborativo. La publicación que imaginaron para esa exposición es un libro de artista que incluye 22 capítulos, cada uno impreso en forma de fanzine de 12 a 24 páginas. El libro que se imaginaron contiene en total 336 páginas con fotografías hechas por los artistas durante una travesía que hicieron entre Estados Unidos, Alemania y Bosnia.

PUNTO DE FUGA quiso explorar con más detalles el trasfondo de esta obra que esos dos fundadores de Boehm Kobayashi editaron junto con Spector Books. La intención no era otra más que indagar sobre el proceso editorial y conocer a fondo las historias de vida que llevaron a estos dos artistas a adentrarse en esos países, buscando conectarlos a través de las vivencias.

Entrevista a Katja Stuke & Oliver Sieber
Por PUNTO DE FUGA

 

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P.D.F.: Hace diez años ustedes empezaron con el Proyecto editorial Böhm Kobayashi con el que han ido publicando libros de artista con su trabajo. Parece banal decir que cada uno de los libros que han hecho es muy especial, el formato se renueva completamente. Eso muestra qué tan comprometidos están tú Katja y Oliver con los libros. Quisiera que nos hablaran más en forma de ese último libro que hicieron titulado, You and Me, publicado junto con Spector Books. En general, sus otros libros reunían una sola serie de fotos. En este libro reúnen fotografías hechas en diferentes ciudades, en distintos territorios que han ido cruzando: Bosnia, Alemania y los estados Unidos. ¿Por qué hacer un libro sobre ciudades que en apariencia no tienen ninguna conexión?

K.S.: Para nosotros esos lugares tienen diversas conexiones. El detonante de You and Me fue la historia de una mujer que conocimos en los 90 en Düsseldorf. Vino desde Bosnia hasta Alemania como refugiada y después volvió a partir hacia los Estados Unidos en 1999. Los tres países estuvieron conectados por la guerra que se desató en Bosnia. Una serie de eventos históricos fueron conectando a esos países y a su gente. Eso es lo que a nosotros nos interesa más. Queríamos finalmente unir esos diferentes lugares a través de la investigación, para tener una interpretación más personal del caso de Indira.

O.S.: Volvamos a Böhm Kobayashi. Sí, al principio se trataba de hacer libros y fanzines. Pero con el tiempo, ese proyecto se convirtió cada vez más en una labor de colaboración mutua: curaduría, trabajo en proyectos diversos y no solamente una yuxtaposición de cada una de nuestras inquietudes. Seguimos creciendo y cambiando.

P.D.F.: You and Me, el título, ¿es una invitación? Lo pregunto porque Bosnia, Estados Unidos y Alemania son lugares por los que ustedes han ido viajando para llevar a cabo esa investigación. Aun cuando se trata de un viaje pasajero, la impresión que dejan sus fotografías sobre esos lugares es profunda. Al ver las fotografías que reunieron uno se confronta con lugares aislados, territorios distantes que ustedes parecen haber entendido de algún modo. ¿A dónde nos lleva ese libro? ¿Porqué fotografías esos espacios remotos en particular, esos territorios que parece sitios fronterizos?

K.S. & O.S.: Nos gusta mucho la idea de la invitación. You and Me era el nombre del restaurante que la familia de Indira abrió en Bowling Green después de haber emigrado a Estados Unidos. Usamos ese nombre porque habla de nuestra relación con Indira, de nuestra relación como artistas que tienen dos visiones diferentes, dos enfoques distintos de una misma realidad. También es un título que habla de nuestra relación con el lector. Pero a grandes rasgos, ese es un título que habla de la relación entre la gente y los países, aun cuando éstas se dan en contextos de guerra o en medio de contradicciones.

 

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P.D.F: Hay algo muy curioso en este libro. Empieza con una partida, una despedida. En las primeras páginas hay una fotografía de un perro que intenta cruzar una gran avenida. La imagen se titula: Leaving Tuzla | 9,10 (Dejando Tuzla |9,10). Desde el principio el libro abre con un relato perturbador. No se llega a un lugar, se sale de él. ¿Por qué esas imágenes al principio del libro tienen ese impacto en quién lo lee según ustedes? ¿A dónde nos quieren llevar con eso? Si lo pregunto es porque desde el principio el lector tiene una experiencia muy directa, sin filtro, de ese viaje que ustedes emprendieron para contar una historia. ¿Creen que la fuerza de esas fotografías viene de la soledad de los lugares en los que han sido tomadas? ¿Es esa una forma de hablar de su deriva por esos territorios o una forma de reactivar la memoria que ustedes han ido creando y construyendo sobre esos lugares que recorrieron?

K.S.:You and Me no es un documental sobre la vida de una persona. Es un trabajo que tiene una perspectiva más amplia, trata de temas más universales. Es cierto que el punto de partida es Indira: tuvo que abandonar su ciudad y su país por razones que no vamos a entender del todo. Pero el concepto de partida, de destierro, es universal. Casi todo el mundo sabe lo que eso significa. Casi todo el mundo tiene una historia que contar sobre su partida o sobre la separación. El tema de “partir” es sin lugar a dudas el principal aspecto de nuestro trabajo. Es el que nos llevó a reunir historias diversas y confrontar ideas entorno a ese proyecto fotográfico.

 

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O.S.: El libro contiene diversos capítulos que titulamos: “Partida”; Guerra; “Casa”; “Ser un extranjero”. Pero tiene otros temas como Música” y “Protesta”. Esos fueron todos los aspectos a los que nos confrontamos al hacer este proyecto. Son experiencias que están íntimamente asociadas con cosas que vimos y fotografiamos. Teníamos ciertas historias, eventos históricos y emociones en mente cuando emprendimos este viaje. Eso fue lo que nos dio una perspectiva diferente de la gente y del entorno en el que vivimos por ese entonces. Cuando viajas teniendo en mente todas esas nociones ves las cosas de forma diferente. Te acercas a la gente de otra manera. Y quizás también, recuerdes las cosas de otro modo. Entonces, mientras viajábamos y tomábamos fotos ya estábamos creando memorias a futuro.

K.S.: El primer capítulo se titula: “Last night my neighbor and I” (La última vez mi vecino y yo). Es el nombre de una canción Bosniaca tradicional – probablemente una canción de amor, no estoy segura. Ahora que sabemos un poco más sobre la guerra en Bosnia el concepto de vecino no es algo agradable o amigable, por el contrario, es escalofriante. Son nociones que van cambiando de sentido según la carga emocional que se le pone y en este caso es un tema de miedo, de desconfianza, de confusión social.

P.D.F.: Entre uno más mira el libro, más se pregunta si ustedes se convirtieron en fotógrafos porque querían ser nómadas. Quisiera pensar que You and Me es un manifiesto a la libertad. ¿Pero de qué libertad se trata? Los lugares que ustedes visitan no parecen particularmente agradables, el camino es incierto. ¿Es acaso de eso que trata su proyecto, de esa búsqueda de la libertad? ¿Ir a lugares en los que el fotógrafo se puede perder? 

K.S.: El viaje es una de las condiciones con las que mejor se me da ese acto de fotografiar. Viajar trae inspiración, aun cuando no esté tomando ninguna fotografía. Hemos ido desarrollando este aspecto de nuestro trabajo, es cierto. El primer proyecto de Oliver, Skins, Mods, Teds, comenzó siendo un proyecto muy local: tomar retratos de personas en el área de Düsseldorf/Colonia para hablar de las subculturas que ahí se han ido desarrollando; invitó a algunos de esos tipos de gente para fotografiarlos en el estudio y hacer polaroids en gran formato.

O.S.: Katja usaba la superficie del televisor para crear imágenes de una serie llamada Supernatural – no tenía que dejar su estudio para trabajar en ese proyecto. Veía programas de broadcast sobre los juegos Olímpicos para hacer retratos de jóvenes mujeres en un momento de concentración máxima. Sólo se podía percibir esto a través de la televisión.

K.S.: Desde la última residencia artística en Osaka en 2006, viajar se convirtió en un factor determinante para nuestro trabajo. Oliver estaba haciendo el proyecto J_Subs, con el que continuó, haciendo retratos esta vez en conciertos de música. En ese momento empezó a trabajar en otra serie llamada Character Thieves acerca de la cultura joven que se acostumbró a representar personajes famosos con disfraces y atuendos en el mundo entero. Desde ese momento viajar hacia parte de nuestros planes iniciales; se había vuelto importante hacerlo para encontrar personas de diversos partidos y de diversas culturas que tuvieran intereses en común. Cuando no viajamos estamos trabajando en el estudio en Düsseldorf. Ahora justamente estoy trabajando en la serie Komori que preparamos para una exposición llamada Equivalents. Con la impresora Komora que tenemos en Leipzig imprimimos las páginas del libro You and Me. Como el color se seca rápidamente la impresora utilizaba las primeras páginas para volver a encontrar el mismo tono de color y por accidente produjo una serie de imágenes negras. Tomamos esas imágenes impresas para trabajar en un nuevo proyecto.

O.S. : La deriva es también otra palabra clave, así como incertidumbre. No teníamos un plan específico sobre lo que debíamos ver o fotografiar durante el viaje. Estábamos abiertos a todo lo que pudiera aparecer en el camino. Eso fue quizás lo que nos permitió encontrarnos con imágenes y con situaciones que fueron importantes para nuestro proyecto. Todo eso lo fuimos descubriendo mientras viajábamos.

P.D.F.: Hay una serie de capítulos en el libro como ya lo comentaban antes. Esas etapas hacen de su libro algo diferente, un nuevo formato de novela punk. En el primer capítulo ustedes escriben sobre una de las fotografías impresas estas palabras: “Haz parte activa de la historia”. La imagen que está detrás de ese mensaje es una publicidad cubierta con grafitis negros. Supongo que eso es lo que ustedes hacen con su trabajo, reescribir parte de la historia. En cada imagen hay rastros discretos de vandalismo, se ven carros parqueados en medio de caminos de niebla, vemos a algunas personas en esos paisajes desolados yendo a algún lado… ¿Lo que ustedes fotografían es un registro de su viaje por Alemania, Bosnia y Estados Unidos o es algo más que un diario de viaje? ¿Qué es lo que ustedes están re-escribiendo para entrar en la historia y hacer parte de ella?

 

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 K.S.: El título del tercer capítulo es ese: “Haz parte activa de la historia”. Era el mensaje que se utilizaba para promover los juegos olímpicos en Los Ángeles en 1984. Ese mismo año los juegos olímpicos de invierno se hicieron en Sarajevo. Quizás podamos hablar de esto más adelante. Lo que es cierto es que esos juegos olímpicos fueron importantes para la ciudad y siguen haciendo parte de la memoria de los que viven en Sarajevo, en la antigua Yugoslavia. Descubrimos también que el hotel The Holiday Inn había tenido un papel importante durante el sitio de Sarajevo durante la guerra en Bosnia. Los periodistas internacionales se hospedaron en ese hotel en esa época. Fue un hotel que también recibió a Susan Sontag cuando estaba filmando Waiting for Godot (Esperando a Godot), en el teatro nacional de Sarajevo en esa misma época. Para completar esa parte, produjimos una calcomanía con una imagen de un joven despidiéndose. La tomamos de la película de Michael Winterbottom, Welcome to Sarajevo (Bienvenidos a Sarajevo).

O.S.: Katja empezó a dejar esas calcomanías por todos los lugares donde pasábamos. Hizo una serie de fotos de esas imágenes para dejar un registro de su intervención. Esa práctica ya la había desarrollado en un proyecto llamado Cry Minami. Pensamos en dejar un comentario en las calles interviniendo las imágenes con una serie de mensajes antes de salir a pegarlas. Si miras con atención esas imágenes aparecen a todo lo largo del libro. También dejamos una fotografía enmarcada del hotel Holiday Inn en un cuarto de esa misma cadena de hoteles que reservamos en St. Louis.

K.S.: ¡Te agradezco que hayas pensado en la novela punk! Para nosotros, la música siempre ha sido importante. Nos acompañó durante todo el tiempo en el que estuvimos viajando. En muchos de los bares de Sarajevo tocaban música de los 80’s. Teníamos la impresión que esa música – que no es nuestra preferida- estaba relacionada con la guerra. La música de los bares estaba guardando la memoria de la ciudad. En el momento en que entendimos eso, decidimos integrar la música en nuestro trabajo. Oímos música de esa época, vimos películas y leímos novelas de ese periodo.

O.S.: Al final del libro encuentras cinco capítulos o temas de investigación y material de archivo. No adoptamos un método científico de investigación. Nuestra búsqueda se dio por una serie de asociaciones personales que empezaron con: hechos históricos y un contexto de guerra, con algunos segmentos de estas investigaciones y con citas y encabezados de la prensa. Hemos usado esos textos sobre imágenes en muchas de nuestras exposiciones. Vamos a mostrar dos proyecciones de imágenes y de textos de forma sincronizada en el Krakow Photography Festival.

 

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P.D.F.: El texto de Aleksandar Hemon puede ayudar a profundizar en ese tema del fotógrafo que hace historia. Ustedes incluyeron un texto de este escritor que dice: “La Historia, por supuesto, no es más que una serie de situaciones complejas atadas por varios hilos en los cuales la vida de la gente queda atrapada o se pierde”. El escritor bosnio hace referencia en ese texto a un caso de crimen donde un bosnio fue asesinado en Estados Unidos. La conexión entre esos dos territorios está ahí, en ese caso de crimen. Estados Unidos se había convertido en “el dorado”, un lugar de destino para muchos refugiados de guerra que viajaban a ese país huyendo de la guerra. Curioso, ¿no les parece? Huir de la muerte para encontrarla justamente en el país en el que habían buscado protección. ¿Ustedes ya conocían esas historias cuando decidieron viajar a Bosnia y a Estados Unidos, o esa conexión vino después?

K.S.: Aleksandar Hemon es un escritor bosnio-americano muy interesante. Vive en Chicago desde hace más de 30 años. Su visión de Estados Unidos y de Europa es muy personal.

O.S.
 El MoCP nos propuso a este escritor para que escribiera el texto de la exposición que estábamos planeando. Nos presentaron. El parecía muy interesado en esa aproximación que teníamos al proyecto, creando conexiones entre Europa y Estados Unidos. Hablando con él entendimos también cuáles eran los distintos aspectos de ser exiliado o refugiado de guerra y vivir en otro país. Nos interesaba conocer las implicaciones que supone el dejar su propio país en tiempos de guerra.

Después de haberlo conocido, viajamos a Estados Unidos ese mismo año. Fue en ese momento que supimos de la muerte de Michael Brown durante la huelga en Ferguson. Habíamos pasado por ahí en nuestro camino hacia St. Louis, unos días antes… También cruzamos Memphis en nuestro camino entre Chicago y Florida, donde queríamos encontrarnos con Indira. Frente al Motel Lorraine, el lugar donde Martin Luther King fue asesinado en 1968, conocimos a Jaqueline Smith, una activista miembro del movimiento de los derechos civiles en Estados Unidos. Fue muy activa en esa época. Al encontrarnos con estas dos mujeres, nos pareció interesante relacionar esos dos temas: la defensa de los derechos humanos y la lucha por los derechos civiles. Nos alegró mucho saber que Aleksandar Hemon había hecho esa misma conexión histórica entre esos dos temas.

K.S.: Esa sensibilidad que teníamos con respecto a temas políticos, a eventos históricos y a experiencias personales del exilio nos hizo entender las razones por las cuales la gente deja su país para irse a vivir a un país que desconoce. Cuando tomamos las fotografías y regresamos a Düsseldorf para editarlas, teníamos muy claro que esos relatos y esos eventos históricos iban a marcar nuestra visión de las cosas.

 

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P.D.F: En otro capítulo que publicaron hay una frase que dice: Me olvidé de acordarme que debía olvidar. Supongo que de eso trata su fotografía. Justo después de esa frase ustedes integran una serie de imágenes de las montañas en Sarajevo. Ningún otro lugar en Europa ha podido quedar marcado de forma tan brutal por la guerra. Cuando vemos esas imágenes es como si estuviéramos oyendo la canción Somebody is crying (Alguien llora) mientras vemos esas imágenes. El territorio también llora, lamenta su pasado. ¿Cuál fue su experiencia con esos paisajes bosnios que alguna vez fueron territorios de guerra?

K.S.: Como lo habíamos dicho antes, la música fue una idea que nos acompañó durante el trayecto. En Sarajevo la guerra sigue estando presente; se ven rastros de ella en las fachadas de los edificios y sigue siendo un tema muy presente en las conversaciones. La gente que se quedó en Sarajevo durante el sitio y las personas que regresaron a Sarajevo después de la guerra quedaron muy marcadas.  Las imágenes del capítulo I forgot to remember to forget muestra las imágenes de las montañas alrededor de Sarajevo, antiguos lugares que acogieron los juegos olímpicos, sitios que quedaron muy desahuciados después de la guerra.

Justo antes de ir a Bosnia leímos en el periódico alemán sobre raperos bosnios. Uno de ellos es Frenkie. Vino a Alemania con sus padres durante la guerra. Ellos regresaron a Tuzla cuando la guerra terminó. Es una persona muy interesante que se preocupa por el futuro de su país. Cuando lo conocimos cambió totalmente nuestra visión del pasado, el presente y el futuro. Los grafitis en la ciudad de Sarajevo hablaban también de esa inquietud que ahora estaba siendo plasmada en las calles. Usamos el verso de una de las canciones como título de otro capítulo que habla de las protestas en Tuzla en el invierno de 2014. A State of Crisis (Estado de Crisis) es el título.

O.S.: La canción de Chris Isaak tiene esa tristeza, esa desolación de la que hablábamos anteriormente. Era un reflejo de los paisajes por los que estábamos pasando. Sentimos esa soledad durante las tres semanas que estuvimos en Bosnia. La pobreza del país preserva la memoria de la guerra. Decidimos editar ese libro de una forma muy particular: cada capítulo es como un fanzine que puedes leer de forma independiente. Pusimos esos fanzines el uno dentro del otro para que el centro de cada uno de los capítulos anunciara el título del siguiente. De esta forma creamos una conexión entre capítulos y temas que era muy clara. Es por eso que Chris Isaak y Frenkie están conectados.

P.D.F.: ¿Hay alguna canción en especial que ustedes quisieran compartir con nosotros; una que le haya dado sentido a gran parte de su trabajo?

K.S.: Durante mucho tiempo escuché la música de Frenkie. Nos gustó particularmente esta canción Gori, por el video más que todo. En Sarajevo una pasante Goethe Institut nos habló de Dubioza Kolektiv. Una de sus canciones ha sido muy importante para nosotros. Se llama U.S.A. Con ella fuimos a conocer el Kino Bosnia, un cine en donde la gente se encuentra, come y canta. Por último, mencionaría Sevdah, la música folk que oímos, cargada de nostalgia.

O.S.: En la lista de música que hicimos para ese viaje, también hay algunas canciones de protesta, música de la época del movimiento de los derechos civiles en Estados Unidos. Incluimos una muy buena versión de This land is made for you and me (Esta tierra está hecha para nosotros) de Bruce Springsteen.

K.S.: Hecho curioso: llevamos una USB con esa lista de música a nuestro viaje por los Estados Unidos. Pero descubrimos muy tarde en el trayecto que el carro tenía una conexión USB que conectaba con el sistema de sonido. Durante nuestro viaje por Missouri, Kentucky, Tennessee y Carolina oímos radio. Quizás fue mejor estar conectados con la música de ese país en vez de viajar en nuestra burbuja musical. Oímos a curas y predicadores conservadores, presentadores de radio, música country y música de los 80’s que nos hicieron entender de otra forma esos territorios por los que estábamos pasando.

P.D.F: Alexandar Hemon habla de esa persona que ustedes iban a conocer. Una mujer que vive en Florida, su nuevo hogar. Su libro es sin duda una obra sobre el exilio: salir de su propia casa en busca de un mejor lugar para vivir. Para el escritor bosnio que escribió el texto de la exposición: esa mujer tuvo una experiencia heroica. Su historia era desconocida para muchos, pero cada una de sus experiencias habla también de la historia de Bosnia. Alemania y Estados Unidos. Nada en su historia de vida es irrelevante, nada es invisible. El resultado es algo que podría llamare, para citar a Roland Barthes la historia de quien observa. Finalmente, ¡ustedes sí están haciendo historia! ¿Podría decirse que su libro es una invitación para experimentar la historia de otro modo? ¿La violencia y la soledad de esos paisajes solitarios viene de ahí, de la historia?

K.S.: Esa parte del texto nos gustó mucho. Quizás no estemos haciendo historia, pero sí estamos conectando distintos eventos históricos. Lo estamos haciendo desde una perspectiva más personal. Nuestra respuesta es emocional.

O.S.: A través d la historia de Indira encontramos una serie de conexiones que nos llevaron a visitar lugares remotos, sitios que nunca hubiéramos pensado conocer: bases aéreas militares, fiestas de veteranos de Guerra, pequeños pueblos y ciudades, museos, sitios históricos y demás. Me gusta mucho lo que dice Aleksandar: nada es irrelevante, todo está conectado.

P.D.F.: No se trata de un libro sobre un viaje por tres países distintos, ¿o sí? Lo pregunto porque, en otros trabajos suyos, el lector está frente a dos tipos de personas: los rebeldes que expresan su inconformidad en las calles, manifestando y las personas inexpresivas, gente del común que acepta el control, la censura y prefiere no expresar su inconformidad públicamente. Unos ejercen una acción política, otros ven el espacio público como un espacio donde difícilmente se puede expresar cualquier opinión. ¿Esas figuras también han estado presentes en este trabajo? ¿No son acaso esas personas que ignoramos, esos exiliados que ustedes han querido integrar en su trabajo, los más importantes al ser ellos quienes cuentan la historia de las guerras y los desaciertos de un mundo en conflicto?

K.S.: El único trabajo que es únicamente producto de un viaje es O.i.F. Buscábamos los sets de películas en Estados Unidos. Fue un trabajo de colaboración. Cada trabajo es muy particular, me parece difícil compararlos.

O.S.: Cada vez que vamos desarrollando nuevos proyectos con ideas que habíamos mencionado en el pasado, hay nuevos aspectos que empiezan a nutrir el trabajo que hacíamos anteriormente. El enfoque y el énfasis van cambiando con el tiempo. Nos sentimos muy cómodos fotografiando personas y lugares. Es un aspecto fundamental de la serie Imaginary Club. El tema de la protesta es algo que vino con Nationalfeiertag, el libro que publicamos con retratos tomados a partir de un video hecho en la plaza de Tiananmen. Pensamos que éste sería también un tema importante en nuestro nuevo proyecto, si conseguíamos hablar de las protestas en Sarajevo y en Tuzla en el invierno del 2014.

P.D.F.: El libro contiene muchos capítulos, muchas historias que ustedes han querido contar de tal forma que se conviertan en temas universales. ¿Pueden hablar un poco más del proceso editorial?  ¿El tema Sleeper in metrópolis que ustedes han incluido es acaso una alegoría del fotógrafo que entra en las ciudades mientras todos descansan?

K.S.: Editamos las imágenes de formas distintas, haciendo una propuesta para la exposición y una para el libro. Sobre las paredes de la sala de exposición escogimos hacer evidentes una serie de asociaciones muy personales que teníamos. Era más un mapa mental que una trayectoria por Estados Unidos, Alemania y Bosnia. Empezamos con una serie de retratos en la parte central de la instalación. Para la publicación escogimos estructurar mejor el trabajo, incluyendo una serie de capítulos. Hemos ido editando las imágenes de otras maneras para diversas proyecciones que hemos hecho.

O.S.: Al principio solo habíamos producido cinco libros de artista y cinco copias del libro para la exposición. La idea era incluir ese formato en el centro de la exposición. Los visitantes que habían visto las imágenes en la exposición podrían leer a través de los distintos capítulos del libro que estaban sobre las pareces.

Sleeper in Metropolis es otro título que le hemos dado a uno de los capítulos. Tiene mucho que ver con la canción de Anne Clark que fue lanzada en 1984, el mismo año en que se llevaron a cabo los juegos olímpicos en Sarajevo. Para nosotros ese título también nos ha servido para reproducir el ambiente de esos tiempos, es una metáfora sobre los deseos, las esperanzas y los miedos.

Ese título tiene mucho que ver con Superman Metrópolis. En Sarajevo vimos muchos murales de súper-héroes norte americanos. Hablamos de las expectativas y los miedos de la gente en Sarajevo en tiempos de crisis y del significado que esos héroes tenían para la gente en ese momento. Es un título que también reenvía de forma literal a la ciudad de Metrópolis en Illinois, ciudad que cruzamos yendo hacia Bowling Green.

P.D.F.: Hay muchos ejemplos de viajes en el cine. Viajes que acaban de forma delirante. Pienso en películas como Stranger Than Paradise, Mulholland Drive y Gerry, películas que pudieron haberlos influenciado. ¿Qué cineastas o qué fotógrafos han ido influenciando su forma de ver y de hacer fotografías?

K.S.: Hemos sido influenciados por muchas obras de arte. La música es uno de ellos, pero el cine es definitivamente otra gran Fuente de inspiración para nosotros. No nombraría a un fotógrafo en especial, pero creo que no podemos negar que hemos sido influenciados por fotógrafos alemanes y americanos. La asociación de textos e imágenes también ha influenciado mucho nuestro trabajo. La fotografía y el texto tienen una forma fascinante de influenciarse mutuamente.

O.S.: Para mí  la película de Masao Adachi, AKA Serial Killer lanzada en 1969 ha sido de gran influencia. No la conocíamos antes de haber empezado con el trabajo you and me. Pero es una película que nos abrió el camino para empezar una nueva serie de trabajo que se llama Japanese Lesson. Es la obra que reúne definitivamente los dos proyectos.

Bibliografía:

Katja Stuke & Oliver Sieber, Citizen’s Handbook, Printed Matter, 2004
Katja Stuke & Oliver Sieber, Japanese Lesson, Filmwerkstatt Düsseldorf, 2015
Katja Stuke & Oliver Sieber, You and Me, Spector Books, 2017

Katja Stuke, Nationalfeiertag, Fw: Books, 2015
Katja Stuke, Nationalfeiertag Diary, Böhm/Kobayashi, 2016
Katja Stuke, Supernatural, Böhm/Kobayashi, 2010
Katja Stuke, Eleven to Liverpool Street, Böhm/Kobayashi, 2011

Oliver Sieber, Imaginary Club, Gwinzegal/ Böhm Kobayashi, 2013
Oliver Sieber, For Sale, Böhm/Kobayashi, 2017

Sunil Shah, Into the Subject’s World: Katja Stuke’s “Nationalfeiertag (National Holiday), ASX, 2016
Katja Stuke & Oliver Sieber, Nothing To My Name, Emaho Magazine, 2014
Daniel Augschoell and Anya Jasbar, Interview with Oliver Sieber, Ahora Magazine, 2012

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